El problema se llama, aparte de quien es un inútil de por si, PATRIARCADO.
Muchos hombres se crían con su madre haciendo todo y no son capaces ya no de hacer las cosas sino de darse cuenta de que no están haciendo las cosas que les corresponde hacer —o que no corresponde hacer a su pareja, su madre o su hija— por el hecho de ser mujeres.
Tuve un novio que cuando se levantaba de la cama e iba al baño a echar la primera meada del día su madre entraba como una comadreja y le hacía la cama. MAGIA. Bajaba a desayunar y el café estaba recién hecho, solo tenía que echárselo —en su cabeza se hacía él mismo el desayuno— y ya está, esa era su mañana hasta que lo llamaba su madre a comer y le ponía el plato delante, comía y se lo quitaba. ¿Cómo no iba a ser un inútil?. La ropa doblada en el armario porque cuando se duchaba la dejaba tirada en el suelo del baño y la madre-comadreja la recogía, lavaba, planchaba, doblaba y metía en el armario. MAGIA DE NUEVO. Cuando se quedaba en mi casa a dormir yo era una mandona y una tiquismiquis porque le regañaba todo el rato. Qué cosas. Feminazis.