Una cosa no quita la otra, lo que estoy diciendo es que utilizar las estadísticas puede salir mal. Y que quede claro que una sola muerte violenta (sea violencia doméstica, su***dio, accidente de tráfico o de cualquier otro tipo) ya es una desgracia. Eso sí, digo diciendo que pretender el
"cero muertes por violencia de género" es una utopía inalcanzable, por mucho dinero que se le dé al Ministerio de turno.
En realidad... En 2021 fallecieron en accidentes de tráfico 1004 personas (20 veces más que por VG en 2022). Lo digo por si quieres volver a relativizar el dato de 50 muertes del 2022. Aunque es cierto que los accidentes de tráfico van bajando cada año (creo). Recuerdo las típicas noticias de cada temporada de vacaciones, en las que decían que habían habido x muertes en las carreteras y mi abuela siempre se lamentaba diciendo que
"menuda tragedia". A mí no me lo parecía tanto cuando se hablaban de millones de desplazamientos en un par de días y unas decenas de muertos, lo que no entiendo es que con tanto desplazamiento (millones) y viendo como va la gente con el coche no fueran miles o decenas de miles de muertos, eso a mí me parece un milagro.
Repito que hay que
luchar contra la VG, pero algo falla cuando año tras año aumentan las muertes a pesar de que el presupuesto aumenta y aumenta. Algo no se está haciendo bien (además de vender la moto de que se puede
acabar con la VG). El pico que hemos tenido en estas fechas a mí me da la sensación de que es justamente por eso, por las fechas que son, y que en el entorno familiar se generan más tensiones.
Hablando de empezar mal el año...
Tanto la madre como los dos menores se encuentran hospitalizados y estabilizados
www.deia.eus
Al menos en este caso han podido salvar a los hijos y a la madre (pero bueno, lo prioritario eran los niños) y, en teoría, podremos saber qué demonios se le pasó por la cabeza. O no. O vete a saber. Veremos como se enfoca la noticia en los medios esta vez.
Es pronto pero me parece curioso esto:
La Ertzaintza y la Policía Local de Barakaldo, en una actuación conjunta, han detenido, esta mañana, a una mujer que, presuntamente, ha intentado, primero, quitar la vida a sus dos hijos para, después, suicidarse. Antes de perder el conocimiento, esta mujer ha llamado a su expareja y padre de sus hijos para alertarle de lo que estaba ocurriendo.
(...)
La mujer está acusada de un delito de tentativa de homicidio. Todo apunta a que suministró algún tipo de sustancia a los pequeños para insensibilizarlos y, con posterioridad les habría dado un compuesto químico perjudicial para salud que está por determinar.
Los hechos se produjeron en el núcleo de Zuazo, en una vivienda de la calle Grupo Primero de Mayo, hasta donde se desplazaron varias patrullas de la Policía Municipal y de la Ertzaintza, así como equipos sanitarios de emergencias, para atender a la llamada de alerta que dio la expareja de la mujer que ha sido arrestada.
El uso de
"alerta" en ambos casos, pudiendo ser situaciones completamente distintas. Evidentemente la expareja dio la
alerta, pero lo de que ella le
"alertó de lo que estaba sucediendo" no sé si será que ella se arrepintió en el último momento o a una última llamada rollo
"te jodes que no vas a volver a ver a los niños" (al estilo de Tomás Gimeno). Si es esto último, llamarlo
"alertar a su expareja" me parece un chiste bastante macabro.
Amplio con otra noticia:
La acusada permanece detenida y ha sido trasladada a dependencias policiales
www.elcorreo.com
El año 2023 estuvo a un paso de empezar de la peor de las maneras posibles. La Ertzaintza y la Policía Local de Barakaldo detuvieron este domingo a una mujer por intentar acabar con la vida de sus dos hijos. La madre habría envenenado presuntamente a los pequeños, dos mellizos de 9 años, antes de tratar de suicidarse. La intervención de los agentes impidió que lograse su propósito y culminase el homicidio.
Los hechos ocurrieron pasadas las 10 de la mañana en el Grupo Primero de Mayo, en el barrio de Zuazo. La madre, de nombre Ana y de 39 años, primero drogó a los menores y posteriormente les suministró algún tipo de sustancia nociva aún por determinar. Según el relato policial, tras provocarse varios cortes en el cuello, y antes de perder el conocimiento, la mujer telefoneó a su expareja para contarle lo ocurrido.
La llamada pudo ser providencial, ya que el padre alertó a la Policía. Los agentes llegaron a tiempo de trasladar a los pequeños al hospital de Cruces. Ingresaron con evidentes síntomas de envenenamiento. La mujer fue trasladada al mismo centro sanitario. Según informaron desde el Departamento de Seguridad, los tres se encontraban estabilizados en la tarde de este domingo y, aparentemente, fuera de peligro.
A los vecinos que viven en el Grupo Primero de Mayo de Barakaldo el suceso no les cogió por sorpresa. Los gritos de la detenida a sus hijos eran algo habitual. Hasta el punto de que se oían desde la calle. «Les chillaba y les insultaba», recordaba este domingo Erlantz Aldana, residente en el mismo bloque que la detenida. Coincidía con él Concepción López, que también vive en este mismo portal. «Les gritaba por los deberes y a los niños se les veía atemorizados. Sobre todo a la cría. Cuando me encontraba con ella o la veía mirando por la ventana, saludaba con la mano de forma muy sutil, como para que su madre no se diera cuenta», recordaba.
En el barrio los vecinos sabían que la situación de los pequeños no era nada sencilla. «Estaban tristes. La chica era más retraída», comentaban. «Su madre les solía tener haciendo recados. Bajaban al bar a por tabaco, al supermercado...», detallaban. «Incluso iban solos al colegio muchos días desde bastante pequeños», añadía una chica del barrio que coincidió con ellos en la escuela infantil.
Precisamente la situación de los pequeños podría estar detrás del origen de este suceso. Según aseguraba otro de los residentes de este bloque de viviendas, «por la mañana apareció su expareja y tuvieron una fuerte discusión, me asomé a la ventana para ver qué pasaba. Vi que él estaba en la calle. Hablaban de los niños y de que se los iba a quitar». Este mismo vecino afirmaba que sobre una hora después apareció la Policía en el barrio y entró en la vivienda donde reside esta familia, situada en la primera planta del número 5 del Grupo Primero de Mayo.
Según relataban este domingo los vecinos que vieron la intervención de la Ertzaintza y la Policía Local, los agentes irrumpieron en el piso «con escudos» para protegerse ante un posible ataque de la mujer. Cuando la sacaron al exterior, ella tenía ensangrentada la ropa «y se la veía medio desmayada». Fue introducida en una ambulancia para llevarla a Cruces. Fuentes acreditadas indicaban este domingo que a los niños se les administró medicación específica para hacer frente al envenenamiento con el que su madre intentó quitarles la vida.
Lo sucedido en Barakaldo recuerda a otros casos similares ocurridos en Bizkaia en los últimos años. El pasado abril, una madre fue detenida en Erandio por un presunto intento de homicidio a su hija de 7 años. La obligó a tomar pastillas. En 2019 otra mujer suministró somníferos a su hija de 9 años. Sucedió en Atxuri. El final de esa historia fue el peor de los posibles. La niña murió.
Ya veremos a medida que vayan saliendo más datos. Mientras tanto,
no nos precipitemos...
Diría que
@Hawai se refería a las
ventajas de las mujeres que denuncian
falsamente haber sido maltratadas. Las mujeres que realmente son maltratadas no tienen
ventajas, lo que reciben son ayudas y apoyo, y lo veo bien. No existen
ventajas en esas situaciones
