Amar de verdad a alguien para mí significa aceptar a la persona tal y como es, con todas sus luces y sombras, pero también inspirarle a ser su mejor versión. Es elegir quedarse, incluso cuando las cosas no son fáciles, porque valoras más lo que construyen juntos que cualquier obstáculo que se interponga.
Aunque ojo, amar no es aguantarlo todo ni perderte a ti mismo en el proceso. Es un equilibrio entre dar, recibir y crecer juntos. Es saber cuándo ceder y cuándo poner límites.
¿Y en el día a día? Amar también se ve en las pequeñas cosas: compartir el último trozo de pizza, ver una película que no te gusta porque es su favorita, o simplemente escucharle cuando ha tenido un día de mierda sin intentar arreglarlo todo.