¿Qué tan sano es desearle cosas malas a alguien?

Mandela dijo que el rencor es un veneno que tomas tú creyendo que va a matar a otro.
Es un sentimiento humano, pero dale caro. No creo que todo pueda ser perdonable en esta vida, pero mantener viva la llama de la ira es costoso para uno mismo. A veces es mejor dejar atrás que mantenerse y odiar.
Eso queda muy bonito, que podría ser aplicable por ejemplo a una infidelidad, vale, pero hay much@ desgraciad@ suelto por el mundo y si te topas con uno o alguien querido no sé yo que tan fácil sea mantener esa filosofía
 
Eso queda muy bonito, que podría ser aplicable por ejemplo a una infidelidad, vale, pero hay much@ desgraciad@ suelto por el mundo y si te topas con uno o alguien querido no sé yo que tan fácil sea mantener esa filosofía
Bueno, hay cosas que son como un ideal, algo hacía lo que caminar, no algo en lo que vivimos. Es decir, es una meta, y cada uno se acerca más o menos en función de lo que quiera o pueda. Hay gente que ha perdonado al asesino/a de su hijo/a. Yo no sé si podría perdonar algo así. Pero seguramente quién logre dar el perdón viva mucho más ligero de alma. El odio es una carga muy pesada.
A mi también hay gente que me ha hecho mucho daño y que considero que son malas personas, y vive en mi un sentimiento de rencor, pero trato de no darle espacio a ese sentimiento. Tal vez algún día logre perdonar, y ese hueco que ocupa el rencor pueda ser llenado por algo más constructivo y hermoso.
 
Entiendo lo que dices. Llegar a ese punto de indiferencia hacia quienes se portaron mal es, en parte, un signo de madurez (o cinismo, como prefieras llamarlo). Aunque, entre nosotras, me pregunto si esa indiferencia total es siempre sincera o si a veces nos la contamos a nosotras mismas como una forma de protegernos. Porque, al final, que algo nos dé igual suele costar más trabajo de lo que parece, ¿no?

De todas formas, si descubres el secreto completo para ser más feliz sin dramas, pásamelo. Yo todavía estoy en la etapa de los pintauñas de colores raros y reflexiones a medianoche.
Yo estoy en ese punto y no es algo que me cuento.

Cuando la herida está reciente es normal que pique pero después?? Me da igual totalmente.


Justo ahora me he enterado de la desgracia de una chica que se portó bastante mal conmigo hace un par de años y me dio pena la historia igual. Y bueno es una "desgracia", no es nada de salud, ninguna enfermedad ni nada que no tenga vuelta atrás. Pero me ha dado pena.

Lo prefiero, no me deshumanizo a pesar de la vida. Resisto. Soy persona.
 
Pues mirad, yo algunas veces recibo noticias de personas con las que me he cruzado en la vida que no se han portado bien, y sé de ciertos casos donde efectivamente han ido de mal en peor.Y al final me ha dado más pena que otra cosa. No me da alegría que les vaya mal, lo que pienso más bien es que ojalá les hubiera ido mejor, que ojalá hubieran enderezado su camino y a día estuvieran dando cosas buenas al mundo, en lugar de quebrantos y problemas. ¿A quién le beneficia que nadie sufra? Esa persona tendrá una familia, unos hijos, unos padres, unas parejas...que también sufren. Desearle el mal a una persona concreta al final es deseárselo a todos a quienes le rodean y en los que les repercute.Pero me parece hasta cierto punto normal que si lo tienes reciente le desees los 7 males...Cuando alguien se siente herido, la ira y la rabia son una fase que hay que pasar, el peligro es quedarse ahí para siempre y no pasar página.
Me has recordado un poema muy chulo, no recuerdo de quién, que aparece en el prólogo del libro "por quién doblan las campanas?":


Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.
 
O no. Pero ¿y qué? Si el premio para nosotros ya es habernos sacado a esa persona de delante y ser libres de ningún tipo de dependencia, lazo o sentimiento hacia ella.
Toda la gente mala que he conocido, de verdad que han tenido malas vidas, al final…Yo no me alegro, pero si creo que al final lo acaban pagando. Yo sigo mi camino, sin rencor…
 
Toda la gente mala que he conocido, de verdad que han tenido malas vidas, al final…Yo no me alegro, pero si creo que al final lo acaban pagando. Yo sigo mi camino, sin rencor…
Yo no creo en el karma, la verdad es que hay mucha gente que es muy mala y veo que les salen bien las cosas. Ya si están amargados por dentro, no lo sé.
Pero realmente creo que la meta debería ser que nos dé igual. Es que llegar a ser indiferentes a cómo le vaya a alguien que nos ha hecho mal es en sí un premio enorme. Ser libres de esa persona. Cómo le vaya ya... Allá se apañe.
 
Eso queda muy bonito, que podría ser aplicable por ejemplo a una infidelidad, vale, pero hay much@ desgraciad@ suelto por el mundo y si te topas con uno o alguien querido no sé yo que tan fácil sea mantener esa filosofía
Mandela estuvo encarcelado 27 años por cargos de terrorismo.
Y no en las mejores y más cómodas condiciones.
 
Bueno, hay cosas que son como un ideal, algo hacía lo que caminar, no algo en lo que vivimos. Es decir, es una meta, y cada uno se acerca más o menos en función de lo que quiera o pueda. Hay gente que ha perdonado al asesino/a de su hijo/a. Yo no sé si podría perdonar algo así. Pero seguramente quién logre dar el perdón viva mucho más ligero de alma. El odio es una carga muy pesada.
A mi también hay gente que me ha hecho mucho daño y que considero que son malas personas, y vive en mi un sentimiento de rencor, pero trato de no darle espacio a ese sentimiento. Tal vez algún día logre perdonar, y ese hueco que ocupa el rencor pueda ser llenado por algo más constructivo y hermoso.
No hay por qué perdonar lo que no tiene perdón.
No tiene nada que ver.
 
No es lo mismo no guardar rencor que perdonar. Y muchas veces se dice que para avanzar hay que perdonar, pero el perdón que se suele trabajar en terapia es hacia uno mismo: pues lamento haberme quedado, lamento no haberme defendido, cosas así. No hace falta perdonar a terceros que te han hecho autentícas guarradas.
 

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