A mi esas historias imposibles de amores de juventud que se separan y luego se juntan ya jubilados al final de su vida y son felices me generan sentimientos encontrados. Por un lado digo oooh que bonito ha triunfado el amor! Y por otro digo, no te jode, ya se juntan con todo hecho y no tienen que hacer frente en una relación de pareja a la crianza de los hijos, a los horarios laborales, al cansancio acumulado, a los problemas económicos... Así es muy fácil que triunfe el amor. Si hubieran seguido juntos desde jóvenes igual al primer hijo ya se iba todo al garete.
Que se juntan con todo hecho? Que así es muy fácil? No opino lo mismo
Y aprovecho para recomendarte a ti también la novela de Muñoz Molina que he citado en un mensaje anterior, para que veas que las cosas no se hicieron hace 50 años y se quedan hechas de una vez y para siempre, sino que siempre hay que seguir trabajando en la relación y en el amor
Además lo pintas de una manera que nos imaginamos a la típica pareja de jubilados que se pasa la vida en viajes del imserso y aprendiendo bailes de salón, y a veces aún a estas alturas tienen que lidiar con cosas tan ajenas a su historia de amor como las interferencias de los hijos, esto es mucho más frecuente de lo que pensamos, por no hablar de que no todas las historias de amor habrán resistido el paso del tiempo y la desilusión será enorme, tanto si siguen juntos como si deciden olvidarse para siempre de lo suyo, e imagino que a esas edades debe ser aún más doloroso
Por otro lado, pienso que a nuestras generaciones nos cuesta entender estas cosas, no vamos a vivir algo así, no tenemos la paciencia ni la capacidad de ir haciendo las cosas a fuego lento, cuidándolas (y en esto incluyo los "problemas" que mencionas: hijos, economía, trabajo) y sin interferencias del exterior en nuestro propio mundo, el ruido de las nuevas maneras de vivir o de las redes sociales nos está destrozando el interior, y salvo excepciones no tenemos tampoco la entrega y la generosidad necesaria para construir algo que no sabemos si dará frutos, sino que somos mucho más de lo inmediato, del aqui y el ahora, porque nosotras lo valemos...
Para mí, las cosas que mencionas son los problemas y situacioines cotidianas inherentes a la vida: trabajar, tener hijos, rutinas, economía... con todas las dificultades que ello conlleva y de las que prácticamente nadie se escapa PERO sin tener a tu lado a la persona que quisieras que estuviera ahí compartiendo esto contigo, en las buenas y en las malas, a veces incluso teniendo que renunciar a algo importante como tener hijos porque no has sido capaz de tener una relación con otra persona estando enamorado de alguien más, o lo has hecho pero cada noche te has acostado pensando que debería ser otra la persona que había contigo en la misma cama, sin nada que te haga pensar que después de unas décadas volveréis a estar juntos o incluso sintiéndote mal por no sentir más que cariño o afecto por el compañero de vida que has elegido después de no poder estar con tu amor verdadero. Porque lo primero en lo que pienso es de dónde partimos y cómo empezamos: renunciando a la persona que amamos o dejándola ir porque las circunstancias te han obligado, no porque lo hayas elegido, y francamente pocas cosas más duras y difíciles se me ocurren (dejando a un lado temas de salud) que aquí somos todos muy fuertes y prácticos y estamos muy empoderados y el amor es secundario y hay mil cosas más importantes que sacar adelante pero la realidad es que una ruptura o una separación nos dejan devastados y pasamos años hasta volver a levantar cabeza, y más si sabemos que la otra parte nos corresponde plenamente, pocas cosas nos afectan más, a mí me parece muy natural que sea así, yo al menos ni loca me cambio por alguien a quien le afecten más el resto de las cosas que las de los sentimientos y del corazón, es que ni me reconocería a mí misma si fuera alguien así