- Prefiero tomar el café con leche en vaso o taza de cristal transparente, me sabe más rico y me encanta ver diferenciada la capa de leche de la del café.
- Me dan asco ciertas texturas en la comida, por ejemplo, los purés o cremas no suelo tolerarlos, las cosas “babosas” como ostras o navajas. Me da grima metérmelás en la boca.
- Lloro con mucha facilidad y no me gusta porque a veces es por tonterías del tipo que alguien me de una mala contestación, que no tiene mucha importancia, pero me hace sentir fatal y se me saltan las lágrimas. En general, soy muy sensible y las cosas me afectan un montón.
- Me oriento súper bien. Puedo ir a un sitio y luego volver sin consultar el camino o recordar cómo ir a casa de tal persona en una ciudad que no es la mía y a la que hace igual 20 años que no voy. Sin embargo, con el coche soy incapaz de hacer trayectos que no conozco al dedillo, me pongo muy nerviosa y no me oriento en absoluto. De copiloto, sí.
- Me invento conversaciones. Del tipo, qué le diría a esta persona sobre este tema? O, debido a mi ansiedad, ensayo conversaciones que sé que tendrán lugar en el futuro que me ponen nerviosa para intentar controlar mejor la situación.