100% de acuerdo con esto. Casi hasta diría que me chirriaría más el sentir que necesito una hipoteca, unos bienes gananciales o incluso un hijo para atar a mi pareja a mi lado, que estar a gusto los dos juntos sin todo eso. Que conste que no es lo mismo necesitar (en el sentido de verlo como una garantía) que querer o tener ilusión por ello.
Llamadme naif si queréis, pero para mí, tener un compañero de vida significa simplemente alguien que quiera compartir su existencia a mi lado porque además de querernos, tenemos planes de vida, intereses y valores similares. Si por ejemplo, esa pareja demuestra no querer tanto compartir su vida como con sus padres, razón por la que me preocupaba, pues esa idea se tuerce; pero esto aplica con o sin hijos, o con y sin casa en común de por medio. Puede que esas cosas "ayuden" a algunos a abrir lo ojos y darse cuenta de que están formando una familia nueva, pero si realmente las prioridades están ya echadas no creo que la cosa cambie. A los ejemplos que habéis dado algunas en el hilo me remito. Eso es sobre sobre lo que quería reflexionar. Yo no tengo ningún problema en no querer tener hijos o que cada uno tengamos una casa a nuestro nombre, ni veo por qué eso tiene que significar necesariamente no tener un proyecto en común.
Me parece erróneo extender el modelo de pareja convencional a todo el mundo y usarlo como baremo para determinar su validez. Hay parejas que se sienten más unidas a distancia o viviendo en casas separadas que matrimonios que casi comparten hasta el cepillo de dientes. Yo, por ejemplo, sí necesito convivir con mi pareja para llegar al estado de unión y confianza que quiero con ella, pero en cambio el matrimonio lo veo más un trámite a nivel social (p.e. para protegernos en caso de que nos suceda algo a alguno de los dos) que un "proyecto" en común, en el sentido de una garantía de compromiso. Puede que estando casados resulte más "difícil" romper, pero honestamente, que mi pareja no rompiese conmigo porque le diese pereza pagar un abogado y no porque quisiese estar conmigo me parecería muy, pero que muy triste.