El tema de los regalos. No es por ser agoniosa, pero vamos a ver, es mi cumpleaños, me da un regalo Paulita, y Paulita me dice, es mío y de Miguelito, que es el novio. Los tres somos amigos desde hace mucho, ahora llega el cumpleaños de Paulita, y le tengo que hacer un regalo, y a los dos meses, el de Miguelito. Otro regalo. ¿Por qué? Si digo que son dos que me regale uno cada uno, la gente dice que qué espero que son pareja, pero yo les tengo que hacer un regalo a cada uno, y entre los amigos siempre hemos sido de gastar poco en regalos, un detalle simple, la pareja se gasta cinco euros y yo me tengo que gastar diez.
Con tema cumpleaños también me molesta mucho el sabor de las tartas. A mí las tartas no me hacen mucha gracia, no me gusta ni el chocolate ni la yema tostada y con la nata tampoco me llevo muy bien, me gusta el dulce de leche y la tarta de zanahoria, cuando voy a cumpleaños, siempre rechazo las tartas, algunos se lo toman bien, otros, sobre todo familiares, comienzan con la retaíla de por qué he ido si voy a arruinar el cumpleaños. ¿Qué sucede cuando celebro el mío? Que tengo que poner tarta de chocolate porque si no los invitados se enfadan y siempre tengo que escuchar, es que no piensas en los invitados, es que solo has elegido para ti, es tu cumpleaños, no eres especial.
Y ya por eso no lo celebro y me compro una tarta de zanahoria para mí sola.