Me suele producir muy poca empatía la gente que se busca sus problemas. Nombro los típicos pero hay muchos más:
Gente que le gustan malotes o malotas y luego pretenden que les hagas de terapeuta cuando les va mal pero solo quieren que escuches, van a seguir cayendo en el mismo perfil
Variante de lo de arriba: papanatas en su acepción de la RAE o sea persona propensa a la admiración fácil. Gente que por ideología piensa que tal o cual tipo de personas tienen que ser seres de luz y no le sacas de ahí aunque se lleve chascos
Niñ@ pij@ flowerpower que viaja a países peligrosos de los no recomendados por Exteriores hasta que al final en su viaje número catorce desaparece o le pasa algo. Lo mismo con los hijos de millonarios que hacen deportes extremos de estos que hay un 20% de posibilidades de matarte. Si, hay deportes así de peligrosos, por ejemplo de subir el Annapurna sobre un 40% de la gente no vuelve viva. Si es gente de origen humilde que en cierto modo ha hecho de ese deporte extremo su profesión empatizo mucho más
Conducir muy temerariamente.
Las drogas son la auténtica salud. Estos me dan cierta pena si son de barrio marginal y me dan mucha menos si son prepotentes del "yo controlooo, hijnorantes yo he vivido mucho en esta vida, no como vosotros pringaos, esto lo dejo cuando quiera"
Gente que derrocha para su nivel de vida y lo muestra además públicamente. Cochazo con el carnet recién sacado, iPhone, festivales de música en la otra punta de España y/o viajes de un mes a Kenia a "conocer otras culturas y volverse mejor persona" sin una alta estabilidad laboral y luego anda llorando cuando se queda en paro varios meses, no tiene ahorros ni vivienda propia y está con miedo a quedarse en la calle. Y luego te cuentan penas por Facebook (el mismo lugar donde viste fotos de todo lo que gastaba) probablemente para ver si la metes en tu casa o le prestas algo cuando solo la conoces brevemente de un grupo de singles en que coincidimos hará diez años. Si ahora mismo, con las "buenas experiencias" que he tenido siempre prestando dinero y la vida espartana que llevo yo que hasta comer un menú del día me lo pienso, te suelto pasta Mari Carmen. Bueno Nancy Gwendoline que ese ejemplo que pongo me pasó con una boliviana que viajaba más que Willy Fog