Hola, pris! Hace mil que no paso por aquí.
Me aparté un poco del mundo del tarot (aunque no del todo).
Resumiendo mucho, hace tiempo (ya va para 4 años), alguien que fue muy importante para mí, con la que llevaba décadas en contacto cero, reapareció en mi vida de una manera peculiar. Consulté el tarot dos veces y ambas fueron lecturas con mal pronóstico (la primera fatídico).
Es cierto que en la segunda lectura dio en el clavo con cosas muy precisas, pero el futuro no lo acertó.
Pues bien, no solo no se ha cumplido nada, sino que incluso tenemos buena relación y nos vemos de vez en cuando. Todo bien. Cero dramas. Me llegaron a vaticinar que no volveríamos a vernos, que me destrozaría y lo pasaría mal, que era una relación kármica que tenía que acabar para recibir una lección (por ambas partes).
La realidad es que sigo manteniendo la idea de que nuestra relación es parte una conexión profunda que no entendemos pero que nos gusta (es un pensamiento mutuo porque lo hemos hablado). Es algo especial. Estamos convencidos de que lo nuestro no se puede romper a pesar del tiempo/la distancia. Nos tenemos como amigos y seguimos en contacto habitualmente, quedamos a veces… Ni nos hemos destrozado la vida, ni ha desaparecido dejándome hundida, ni hemos dejado de hablar en todo este tiempo. Eso sí, hemos hablado mucho, mucho, muchísimo.
La lección que hemos sacado de nuestro reencuentro es que el amor tiene muchas maneras de vivirse y es inconmensurable.
No sé si el tarot se equivocó de lleno por aquel entonces (dos veces), o si es que sabiendo lo que me dijeron, he ido con pies de plomo y he puesto todo de mi parte para que las cosas fluyeran positivamente. Me consta que por su parte también.
Con esto, concluyo que no deberíamos aferrarnos al tarot y pensar que todo va a ser tal y como dice. Está bien en momentos puntuales, como guía y consulta.
Me aparté un poco del mundo del tarot (aunque no del todo).
Resumiendo mucho, hace tiempo (ya va para 4 años), alguien que fue muy importante para mí, con la que llevaba décadas en contacto cero, reapareció en mi vida de una manera peculiar. Consulté el tarot dos veces y ambas fueron lecturas con mal pronóstico (la primera fatídico).
Es cierto que en la segunda lectura dio en el clavo con cosas muy precisas, pero el futuro no lo acertó.
Pues bien, no solo no se ha cumplido nada, sino que incluso tenemos buena relación y nos vemos de vez en cuando. Todo bien. Cero dramas. Me llegaron a vaticinar que no volveríamos a vernos, que me destrozaría y lo pasaría mal, que era una relación kármica que tenía que acabar para recibir una lección (por ambas partes).
La realidad es que sigo manteniendo la idea de que nuestra relación es parte una conexión profunda que no entendemos pero que nos gusta (es un pensamiento mutuo porque lo hemos hablado). Es algo especial. Estamos convencidos de que lo nuestro no se puede romper a pesar del tiempo/la distancia. Nos tenemos como amigos y seguimos en contacto habitualmente, quedamos a veces… Ni nos hemos destrozado la vida, ni ha desaparecido dejándome hundida, ni hemos dejado de hablar en todo este tiempo. Eso sí, hemos hablado mucho, mucho, muchísimo.
La lección que hemos sacado de nuestro reencuentro es que el amor tiene muchas maneras de vivirse y es inconmensurable.
No sé si el tarot se equivocó de lleno por aquel entonces (dos veces), o si es que sabiendo lo que me dijeron, he ido con pies de plomo y he puesto todo de mi parte para que las cosas fluyeran positivamente. Me consta que por su parte también.
Con esto, concluyo que no deberíamos aferrarnos al tarot y pensar que todo va a ser tal y como dice. Está bien en momentos puntuales, como guía y consulta.
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