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La Benemérita ha entregado un nuevo documento a la jueza de instrucción en el que refleja la situación anímica de la denunciante
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La investigación de la presunta agresión sexual por la que ha sido denunciado el futbolista Rafa Mir (27 años) da un nuevo giro con el informe que acaba de entregar la Guardia Civil a la jueza. Si hace unos días la defensa del jugador se aferraba al acta de la Policía Local, ahora la Benemérita contraataca con un documento en el que destaca la situación anímica que habría observado en la joven que le ha demandado, según informa en primicia el diario 'El Mundo'.
De esta forma, se abre una nueva diligencia en un caso que se ha presentado complejo desde los primeros días ante la divergencia existente entre la declaración de los acusados y la de las preguntas víctimas. Además, una de ellas ha lanzado una nueva acusación contra los agentes que se personaron en el domicilio del denunciado cuando se produjeron los hechos, todavía por esclarecerse y en el que habría un tercer amigo de Rafa y Pablo Jara que, según la presunta víctima, entendía las razones de la denuncia.
El diario 'El Mundo' ha tenido acceso a las conclusiones del mismo y destacan que "el testimonio de la presunta víctima no tiene atisbo de duda y es carente de contradicción", algo que despejaría ese obstáculo al que podría enfrentarse la acusación particular y la Fiscalía si se pusiese por encima el atestado preliminar de los agentes que llamaron a la puerta del chalé de Bétera. "Durante cinco horas, pudo observar distintas variaciones anímicas" en la joven, continúa la publicación, que también destaca la tajante decisión de la Benemérita al "considerar oportuno" reflejar estos detalles y presentarlo a la jueza instructora. "Facilita una gran cantidad de detalles en cuanto a la descripción de los lugares, personas relacionadas y cronología de los mismos", refiere la Policía Judicial en el escrito que se incorpora a la causa.
Una de las claves de este caso y, a la vez, el principal escollo para resolverlo, es la cantidad de frases y citas textuales que presuntamente forman parte del relato y que no pueden estar más enfrentadas. En una de esas últimas declaraciones que han salido a la luz, y que recoge el diario 'La Razón', se esconde una acusación que una de las jóvenes denunciantes habría hecho a los agentes de la Policía Local que llegaron al chalé de Rafa Mir en la noche del sábado 7 de septiembre: "Me parecía que los agentes de la Policía Local varones no creían lo que nosotras narrábamos. No mostraron mucho interés en averiguar lo sucedido, incluso mantuvieron una conversación distendida con Rafa y 'X' mientras se reían. Uno de los policías, me pidió que me tranquilizara para que cuando llegara mi padre no la liase".
Además, por si fuera poco, en ese relato saca a colación lo que diría ese tercer amigo que estaba presente en el domicilio y que, según el abogado de Pablo Jara, Gabriel Esturillo, se encontraba en la piscina y apoyaría la versión de su cliente y del futbolista del Valencia. Lo que ella aporta en su versión es que no sería así, ya que él le habría manifestado unas palabras de absoluta empatía: "Estando con mi amiga en la calle, para decirme que le sabía fatal lo que había pasado, disculpándose y diciendo que si le hubiera pasado a su hermana los mataría. Incluso me ofreció agua". Se desconoce, evidentemente, la identidad de esta quinta persona presente en el lugar de los hechos y es que todavía no ha roto su silencio ni se sabe si lo hará fuera de sede judicial, pero lo que sí han pedido es que se incorpore su versión, ya que sería un testigo claro para esclarecer los hechos. Según publicaba 'El Español', cuando la Guardia Civil le preguntó por lo sucedido, el habría contestado que "lo que pasara entre ellos fue totalmente consentido".
La investigación de la presunta agresión con acceso carnal de la que se acusa a Rafa Mir da un nuevo giro con la supuesta llamada telefónica del futbolista
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Ahora, el periodista Javier Martínez, de 'Las Provincias', ha desvelado otro detalle desconocido hasta la fecha y que revelaría la preocupación del murciano después de lo ocurrido en la noche del 31 de agosto. Según contaba en 'Más vale tarde' y explicaba al detalle en el diario para el que trabaja, Rafa habría llamado por teléfono a una de las presuntas víctimas, -la joven de 25 años que acusa a su amigo Pablo Jara de "tocamientos y propinarle un puñetazo"-, para preguntarle si su amiga había interpuesto una denuncia, una conversación que, según el citado medio, habría durado unos 6 minutos.
Tal como relata Javier Martínez, Rafa Mir llamó por teléfono a la joven de 25 años que denunció a su amigo por presuntos tocamientos y una supuesta agresión física para echarles del chalé. La versión de Pablo Jara dista mucho de lo que cuenta ella y así lo revelaba su abogado, Gabriel Esturillo, que en el programa 'Vamos a ver' aseguraba que su cliente estaba "asustado" y "sorprendido" por las acusaciones, así como sostenía que el tercer amigo presente en la casa apoyaba sus palabras y afirmaba que les invitó a irse de allí para no escandalizar a los vecinos de la urbanización Torre en Conill, de Bétera, en Valencia. En esa conversación telefónica, que habría durado aproximadamente 6 minutos, ella le habría confirmado que había interpuesto una denuncia y también se habría preocupado por saber cómo se encontraba, un gesto que repitió al día siguiente con un mensaje a través de 'WhatsApp'.
"Durante la llamada él le dice que tiene un caché, que es un personaje público y que esto le puede afectar a su carrera", recoge el sumario en lo relativo a ese telefonazo que habría realizado el murciano a la chica, a la que al día siguiente le volvió a preguntar si "estaba mejor" y no recibió respuesta. El primero de los contactos telefónicos se habría realizado, según el citado medio, a las 18:42 horas del domingo, 1 de septiembre y ya el lunes, 2, sería cuando realizaba el segundo intento de contacto con ella. Todo ello formaría parte del relato que la denunciante hace a la Guardia Civil, que en el nuevo informe que presentaba a la jueza de instrucción destacaba que no había "atisbo de duda" en el mismo y también que es "carente de contradicción". Según ella, el jugador del Alcantarilla "le realizó tocamientos en pecho, culo y vagina en contra de su voluntad en el interior de la piscina" y manifiesta también que "le golpea en la boca y la deja desnuda en la calle al quitarle la toalla". Además y regresando a lo que dice la chica que acusa a Rafa Mir, el delantero. supuestamente, "había consultado la cuenta de Instagram de ambas".
El caso Rafa Mir ha dado un nuevo giro radical este martes, día en el que se han conocido nuevos detalles de lo ocurrido en la casa del futbolista con la filtración...
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El caso Rafa Mir ha dado un nuevo giro radical este martes, día en el que se han conocido nuevos detalles de lo ocurrido en la casa del futbolista con la filtración de la denuncia realizada por la joven de 21 años en la que narra con una profunda descripción su versión. En ella, la presunta víctima relata una doble agresión del jugador y el intento del atacante por coaccionarla para evitar la denuncia.
La declaración íntegra realizada por la joven de 21 años ha sido filtrada de manera completa por el diario Las Provincias y en ella se recoge el testimonio ofrecido ante el juzgado, ante la Guardia Civil y a dos policías nacionales en el Hospital La Fe donde fue evaluada de las lesiones sufridas en el chalet del delantero.
Su versión arranca con la explicación de lo ocurrido en el piso superior de la casa, donde Rafa Mir y su amiga, de 25 años, mantuvieron relaciones sexuales consentidas media hora antes de los hechos ocurridos en la piscina. Fue después cuando, presuntamente, el atacante del Valencia llegó a la zona de la piscina donde se encontraba la víctima con sus amigos (Pablo Jara entre ellos) y ocurrió lo que se narra a continuación.
"Cogió a la dicente a la fuerza y la tiró a la piscina con la ropa puesta (vestía top negro y falda pantalón elástico). En cambio, Rafa iba en calzoncillos. Una vez en el interior de la piscina, la coge a la fuerza e intenta besarla mientras la coge de la cara en contra de su voluntad, intentando ella retirarse en todo momento. En ese instante, refiere que Rafa la agarra con un brazo por la espalda mientras le introducía los dedos (...) por un lado del pantalón (el cual era elástico), no pudiendo especificar la cantidad de dedos que le introduce. Además de ello, le toca todo el cuerpo en contra de su voluntad", especifica el parte de la narración de la joven.
Todo ello ocurre mucho antes del conocido intento de agresión ocurrido en el baño de la casa del jugador, acontecimiento que llega tras una sucesión de hechos encadenados. Antes de relatarlos, la víctima asegura que se negó a mantener relaciones en la piscina y que la agresión duró "cinco minutos".
Tras conseguir una toalla y comprobar que su móvil —desaparecido de su bolso— se encontraba en la discoteca donde conoció a Mir, hizo uso del teléfono de su amiga para contactar con su padre. Le pidió que la fuera a buscar pero no le contó nada de lo sucedido para "no preocuparle".
Salió a la calle a espera de su padre, aunque se vio obligada a volver a recuperar su bolso. Fue su propia amiga la que le abrió la puerta del domicilio del futbolista minutos antes de la conocida agresión en el servicio.
"Rafa la coge fuertemente por el brazo, llegando a provocarle varios morados y la introduce en el baño de la planta baja", especifica la denuncia. Luego, siempre según la víctima, "cierra la puerta y echa el pestillo para que no pudiera salir. Rafa la sienta encima del lavabo y procede a introducirle de nuevo los dedos (...), sin quitarle la falda pantalón" además de realizarle "tocamientos por todo el cuerpo mientras lloraba y le decía que su padre venía a buscarla".
Es entonces cuando se desvela otro detalle, el malestar entre las dos amigas: "Me parece fatal lo que estás haciendo, estoy flipando. ¿Cómo puedes estar ahí dentro con él después de que se haya acostado conmigo?", le dijo la otra desde fuera del baño antes de que la joven de 21 años lograra zafarse de Rafa y salir.
La chica de 21 años salió de nuevo del chalet a esperar a su padre y, ante su estado de nerviosismo, su amiga la acompaña apenas tapada con una toalla. Detrás salieron Rafa Mir y sus amigos instándole a que dejara de llorar para no llamar la atención y no "formar un lío" en caso de que la viera un vecino.
Antes de volver al interior y dejar a las chicas fuera, Pablo Jara le retiró la toalla a la mayor de las chicas y, al verlas desde dentro hablar con un vecino que pasaba por la zona paseando a su perro, le lanzaron sus pertenencias por encima de la verja del domicilio. Fue entonces cuando el vecino, alarmado por la situación, llamó a los agentes que allí se personaron.
No quedó el caso ahí, pues según el relato de las jóvenes, Rafa Mir llamó a la mayor de las chicas y le pidió que convenciera a su amiga para que no interpusiera denuncia. Seis minutos duró la conversación que ambos mantuvieron el pasado viernes 1 de septiembre y en la que el futbolistas alegó lo siguiente: "Durante la llamada él le dice que tiene un caché, que es un personaje público y que esto le puede afectar a su carrera", muestra el atestado.
Mir todavía volvería a insistir el 2 de septiembre con un mensaje de WhatsApp también desvelado: "Holaaa, qué tal? Estás mejor?", le escribió sin recibir respuesta de la joven con la que había mantenido relaciones consentidas.
En fin, vamos viendo...