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Cada quien las va abordando como quiera, prima. Pero imagínate que tienes 3 años de relación, ya estás empezando a planear tu boda, y en esas conversaciones no se ha tocado el tema de si se quieren tener hijos, cuántos, cómo se les educaría, y con cuánto dinero cuentan para mantener la cantidad de hijos que desean, si tienen la costumbre de ahorrar o invertir, si tienen educación financiera o no, etc.
De repente surge la conversación cuando ya estás embarazada del segundo (porque tú quieres tres, y aunque tu marido también quería hijos, él sólo quería uno, pero nunca se tocó el tema ni se pusieron de acuerdo al respecto) y ahora resulta que tú tendrás que apoyarlo en trabajar fuera de casa para que les alcance porque nunca te enteraste cuanto ganaba ni si tiene ahorros, o cuenta con un fondo de emergencias (vaya, ni siquiera tú lo tienes), etc. y además, resulta que él es católico no practicante y sólo te ha dado gusto al casarse por la iglesia, pero no quiere que tus hijos se bauticen hasta que tengan ellos mismos edad de decidirlo y tú que sí eres creyente y practicante, quieres bautizarlos ya. No dudo que a la mera hora se tendrán que poner de acuerdo, pero alguno de los dos quedará incómodo, y cuando se van a acumulando las incomodidades con la pareja, se termina el amor y la relación, eventualmente. Y empiezan los agobios porque ninguno está en la situación que quería, se empieza a deteriorar la relación, empiezan a alejarse, él se ausenta y tú te llenas de trabajo criando a los hijos, trabajando fuera y dentro de casa, etc etc....
Podría seguir, pero sabemos para dónde se puede dirigir todo, simplemente por no hablar las cosas antes. Pero como te lo dije al principio, cada quien.
Las preguntas son para que nos las contestemos nosotras mismas primero, prima, porque la idea es saber qué queremos nosotras para entonces si, preguntar a la otra persona a ver si hay compatibilidad, y obvio se hacen en un punto en el que la relación pareciera que se va a tornar más seria o comprometida, no al chico con el que llevas saliendo dos meses.
Somos las mujeres somos las que tendemos a suponer, a imaginarnos y a elucubrar cuando vemos algo "raro", pero preferimos imaginar a preguntar y pedir una respuesta a nuestras dudas. Y respecto a los proyectos profesionales a corto, mediano y largo plazo, no le veo problema en hablarlo: si tienes planeado a mediano plazo, hacer una pasantía en otro país, eso sería algo importante que hablar en algún punto porque eso definitivamente afectaría la relación, ¿no lo crees?
Y respecto al dinero, entiendo lo que dices; responde al sesgo machista tan estúpidamente arraigado que tenemos las mujeres de que está mal visto que le demos la importancia que tiene el dinero en nuestras vidas. Pero no crees que el hombre con el que puedas tener una relación seria, debe saber que de tu dinero, ¿tú guardarás una parte de tu ahorro única y exclusivamente para ti, y que no habrá cuenta mancomunada con él, ni pondrás más de lo que conlleva la corresponsabilidad económica de la familia? Yo si lo hablo; si hay desacuerdos en ese tema, es casi tan determinante para la relación, como si la persona es monógama o poliamorosa.
El punto de que él conteste las preguntas, es para que la prima se las auto conteste primero y vea si hay compatibilidad entre ellos y como pareja para lo realmente importante en la vida de una pareja. Si no la hay, ni para sufrir ni perder tiempo ahí. Ese es el objetivo. Saludos prima.
Es que planteas una situaciones en las que a la pareja le falta comunicación o solo se conocen de hace 3 días y van muy a lo loco.
¿Cómo vas a casarte con alguien si ni siquiera habéis hablado de si queréis hijos o no??
¿Cómo te vas a poner a tener hijos con alguien que no sabes si llega bien a final de mes??
No es cuestión de interrogar, es cuestión de tener una relación con buena comunicación y con sus tiempos