No estoy de acuerdo. No es una cuestión de "saber adaptarse" a la situación. Eso es como decirle a un niño que lo acosan en el colegio, que le falta "saber adaptarse". Una leche.
Y lo digo con conocimiento de causa. Yo soy muy adaptable y resistente, emocionalmente soy como un puñetero junco hueco. Lo paso mal, pero por la vida que he llevado desde que tengo razón de ser, me adapto a lo que hay y voy tirando. Eso por supuesto tiene muchas cosas negativas, pero ha sido mi forma de sobrevivir.
He estado en dos ambientes profesionales muy diferentes, uno durillo (construcción) y otro aparentemente más civilizado. En 4 países diferentes y viviendo experiencias con mucha gente, de toda la gama de personalidades que puedes imaginar. Y siempre, he sabido adaptarme y tirar hacia adelante. Y cuando veo alguien muy tóxico, me alejo e intento diluir su influencia.
Pues hace 5 años entré en un trabajo en España y me hicieron mobbing. Me hicieron sentir como si tuviera 10 años. Lo intenté todo, llevarme bien, alejarme de los más cabrones, pero me iban minando día a día la autoestima. No me reconocía, no entendía lo que me pasaba, como no erá capaz de sobrellevarlo, de no hacer caso y tirar hacia adelante. Cuando me di cuenta de que lloraba todos los días en el trabajo, vuelvo a decir que era como tener otra vez 10 años y verte acosada...tuve que dejar de ir. Me costó muchísimo tomar esa decisión, porque para mi era perder la guerra, contra ellos y decepcionarme a mi misma. Cómo había dejado que unos hijos de put* me ganaran y me hicieran perder ese trabajo. Pues no fui capaz de superarlo.
Después cambié de centro y volví a tener situaciones buenas y malas. Y volví a gestionarlas como siempre, sin problemas. Alejandome lo máximo posible de un acosador laboral, por ejemplo. Y acercándome a la gente que me aporta más. Aguantando muchas cosas y haciendo que me afecten poco. Pero nadie me va a quitar de la cabeza cómo me superó esa situación en el pasado. Yo que me creía la persona más resistente del planeta, que pensaba que un acoso en un ambiente adulto era gestionable. Pues no.
Hay situaciones que ya podemos ser de acero inoxidable, que nos superan. Y hasta que no lo vives, no eres consciente de ello.