Hola primas!
Vengo a abrir debate, porque empiezo a dudar de si hemos sido unos ratas/malquedas o no. Os pongo en antecedentes:
Coticots tiene un amigo de la infancia, llamemosle Mario, que vive en otra ciudad, por lo que en los últimos años la relación se ha enfriado un poquete. Suelen verse un par de veces al año porque Coticots tiene familia lejana en la misma ciudad que Mario y cuando va a ver a la familia suelen tomar algo. Yo estuve en la boda de Mario y Mario en la nuestra, y si vamos juntos a su ciudad suelo unirme también a la quedada junto con la novia de Mario (a partir de ahora la llamaré Carolina).
Hace bastantes años Mario vino a pasar un fin de semana de turismo a nuestra ciudad e hicimos de anfitriones creo que de manera bastante buena.
La cosa es que este año ibamos a ir un evento a principios de junio que duraba varios días en su ciudad y la familia de Coticots justo estaba fuera y no nos podía alojar. En enero les preguntamos si podíamos alojarnos en su casa, porque además vive muy cerca del evento y podíamos ir andando sin preocupaciones, y nos dijeron que sin problema.
La cosa es que en mayo, a dos semanas del evento, un conocido que iba a ir también al evento nos dijo que finalmente no podía ir y pensamos que sería un buen detalle regalarle las entradas del evento y así disfrutarlo juntos. Además Mario y Carolina nos habían dicho un tiempo atrás que tenían varios amigos íntimos que iban a ir, pero ellos no se lo habían planteado porque no era un evento del que fueran especialmente fans. Nos dijeron que esperarían a último momento en función de si tenían ganas o no en ese momento.
En esas, dos semanas antes del evento, le preguntamos a Mario y Carolina si querían ir, que les regalabamos las entradas y, aquí viene la sorpresa, nos dicen que sí, que les encantaría ir, pero que al final ellos estarán unos días fuera de la ciudad, que solo nos pueden alojar una noche. Coticots y yo alucinamos porque nos acababamos de encontrar sin alojamiento para el resto de noches, y porque además nos lo dijeron al preguntarles lo de las entradas, cuando podían habernoslo dicho en cuanto decidieron que estarían fuera.
Buscamos corriendo un hotel para esos días y decidimos quedarnos en el hotel todos los días, incluido el día que sí nos habían ofrecido alojamiento. En paralelo el conocido nos dice que qué hace al final con las entradas. Les preguntamos de nuevo si las quieren y nos dicen que si, así que se las pagamos al conocido.
En esa conversación con Mario y Carolina no se había vuelto a hablar de quien pagaba las entradas, pero nosotros deducimos (mal hecho) que si no nos quedábamos en su casa las pagarían ellos, porque no tenía ningún sentido que se las regalasemos nosotros en ese contexto en el que acababamos de tener que buscar y pagar un hotel... Además que entre ellos, con el tema distancia, no suelen regalarse nada, ni siquiera en los cumpleaños.
Hay que añadir que además del coste de las entradas (120 euros) había que pagar 20 euros por cambiarlas de nombre.
En esas que, una vez hecho el cambio de nombre, Mario le dice a Coticots que cuanto han costado para hacerle bizum y Coticots le dice que 120 euros más cambio de nombre, pero que el cambio de nombre ya lo pagamos nosotros. ¿Que por qué? por idiotas, porque no teníamos por qué pagar nada, pero Coticots decía que, aunque no nos quedasemos a dormir, se habían ofrecido a una noche, que era un detalle y que bueno, no nos iba de 20 euros.
A partir de ahí Mario y Carolina NO hacen el bizum y dejan de contestar al whatsapp. Quedaban pocos días para el evento y Coticots estaba mosca porque no entendía por qué no nos pagaban ni hablaban. Al final Coticots le escribe y le pregunta si le pasa algo y Mario le dice que es que se ha quedado alucinando con tener que pagar las entradas, que cuando pregunto por el precio para el bizum era para pagarnos solo el cambio de nombre. Que le había parecido muy feo que les dijesemos que se las regalabamos y luego fuera mentira... Que eso se lo teníamos que haber dicho antes de ponerlas a su nombre.
Coticots le dice que no se preocupe, que las revende a cualquier desconocido y que le sabe mal el malentendido, pero Mario insiste en que ha estado feo pero que bueno, que no las revenda y finalmente hace el bizum por 120 euros, pero en modo ofendido.
Llegado el evento Mario y Carolina pasaron de nosotros el 90℅ del tiempo y estuvieron solo con sus amigos, a los que ni siquiera nos presentaron.
Coticots està un poco rayadete porque desde entonces, ha pasado más de un mes y no ha vuelto a escribirle por whatsapp, y porque está enfadado por la actitud de ellos pero a la vez duda de si realmente hemos actuado mal al "retirar" el regalo.
Ah, y por si alguna piensa que es porque a Mario y Carolina no les va bien económicamente, aclarar que cobran un muuuuy buen sueldo ambos y llevan una vida a todo trapo, no son ratas ermitañas...
Si habéis leído esta chapa ¿opiniones primas?
Vengo a abrir debate, porque empiezo a dudar de si hemos sido unos ratas/malquedas o no. Os pongo en antecedentes:
Coticots tiene un amigo de la infancia, llamemosle Mario, que vive en otra ciudad, por lo que en los últimos años la relación se ha enfriado un poquete. Suelen verse un par de veces al año porque Coticots tiene familia lejana en la misma ciudad que Mario y cuando va a ver a la familia suelen tomar algo. Yo estuve en la boda de Mario y Mario en la nuestra, y si vamos juntos a su ciudad suelo unirme también a la quedada junto con la novia de Mario (a partir de ahora la llamaré Carolina).
Hace bastantes años Mario vino a pasar un fin de semana de turismo a nuestra ciudad e hicimos de anfitriones creo que de manera bastante buena.
La cosa es que este año ibamos a ir un evento a principios de junio que duraba varios días en su ciudad y la familia de Coticots justo estaba fuera y no nos podía alojar. En enero les preguntamos si podíamos alojarnos en su casa, porque además vive muy cerca del evento y podíamos ir andando sin preocupaciones, y nos dijeron que sin problema.
La cosa es que en mayo, a dos semanas del evento, un conocido que iba a ir también al evento nos dijo que finalmente no podía ir y pensamos que sería un buen detalle regalarle las entradas del evento y así disfrutarlo juntos. Además Mario y Carolina nos habían dicho un tiempo atrás que tenían varios amigos íntimos que iban a ir, pero ellos no se lo habían planteado porque no era un evento del que fueran especialmente fans. Nos dijeron que esperarían a último momento en función de si tenían ganas o no en ese momento.
En esas, dos semanas antes del evento, le preguntamos a Mario y Carolina si querían ir, que les regalabamos las entradas y, aquí viene la sorpresa, nos dicen que sí, que les encantaría ir, pero que al final ellos estarán unos días fuera de la ciudad, que solo nos pueden alojar una noche. Coticots y yo alucinamos porque nos acababamos de encontrar sin alojamiento para el resto de noches, y porque además nos lo dijeron al preguntarles lo de las entradas, cuando podían habernoslo dicho en cuanto decidieron que estarían fuera.
Buscamos corriendo un hotel para esos días y decidimos quedarnos en el hotel todos los días, incluido el día que sí nos habían ofrecido alojamiento. En paralelo el conocido nos dice que qué hace al final con las entradas. Les preguntamos de nuevo si las quieren y nos dicen que si, así que se las pagamos al conocido.
En esa conversación con Mario y Carolina no se había vuelto a hablar de quien pagaba las entradas, pero nosotros deducimos (mal hecho) que si no nos quedábamos en su casa las pagarían ellos, porque no tenía ningún sentido que se las regalasemos nosotros en ese contexto en el que acababamos de tener que buscar y pagar un hotel... Además que entre ellos, con el tema distancia, no suelen regalarse nada, ni siquiera en los cumpleaños.
Hay que añadir que además del coste de las entradas (120 euros) había que pagar 20 euros por cambiarlas de nombre.
En esas que, una vez hecho el cambio de nombre, Mario le dice a Coticots que cuanto han costado para hacerle bizum y Coticots le dice que 120 euros más cambio de nombre, pero que el cambio de nombre ya lo pagamos nosotros. ¿Que por qué? por idiotas, porque no teníamos por qué pagar nada, pero Coticots decía que, aunque no nos quedasemos a dormir, se habían ofrecido a una noche, que era un detalle y que bueno, no nos iba de 20 euros.
A partir de ahí Mario y Carolina NO hacen el bizum y dejan de contestar al whatsapp. Quedaban pocos días para el evento y Coticots estaba mosca porque no entendía por qué no nos pagaban ni hablaban. Al final Coticots le escribe y le pregunta si le pasa algo y Mario le dice que es que se ha quedado alucinando con tener que pagar las entradas, que cuando pregunto por el precio para el bizum era para pagarnos solo el cambio de nombre. Que le había parecido muy feo que les dijesemos que se las regalabamos y luego fuera mentira... Que eso se lo teníamos que haber dicho antes de ponerlas a su nombre.
Coticots le dice que no se preocupe, que las revende a cualquier desconocido y que le sabe mal el malentendido, pero Mario insiste en que ha estado feo pero que bueno, que no las revenda y finalmente hace el bizum por 120 euros, pero en modo ofendido.
Llegado el evento Mario y Carolina pasaron de nosotros el 90℅ del tiempo y estuvieron solo con sus amigos, a los que ni siquiera nos presentaron.
Coticots està un poco rayadete porque desde entonces, ha pasado más de un mes y no ha vuelto a escribirle por whatsapp, y porque está enfadado por la actitud de ellos pero a la vez duda de si realmente hemos actuado mal al "retirar" el regalo.
Ah, y por si alguna piensa que es porque a Mario y Carolina no les va bien económicamente, aclarar que cobran un muuuuy buen sueldo ambos y llevan una vida a todo trapo, no son ratas ermitañas...
Si habéis leído esta chapa ¿opiniones primas?