Como ya comento en este hilo, un cura de mi parroquia es Kiko, que es buena gente en general pero es conocido por tenérselo super creído, aunque ya mejoró bastante la cosa, hace años es que parecía que no te podías acercar a él, y con cierto retintín hacia las mujeres, tuvo años de ser insoportable, ha cambiado pero mira, tuvo un tiempo de ser telita.
Bien, pues hay una pareja peculiar que es motivo de mi "investigación". Su catequista más acérrima, que está casada con un hombre que es mano derecha del cura, estos dos están haciendo el Camino Neocstecumenal y forman parte de Comunión y Liberación, es decir, están en dos movimientos, dos sectas mejor dicho. Me llevo fijando que cuanto más metidos están en estos temas, ya no se hablan con nadie de la parroquia, es que te los tienes que chocar literalmente para que te saluden, antes no eran así, sobre todo el (el marido) que era más afable; ella se ha vuelto una seca de narices, pero agria, y ni saluda al llegar y parece que al dar la paz le molesta hacerlo a los "meros mortales". El otro día un amigo mío le fue a preguntar algo a ella y le contestó pero fatal, le faltó decir que no se acercara a ella, aunque no se lo dijo, lleva en la cara la expresión "me molestas", cuando alguien se acerca, antes no era así.
El camino Neocatecumenal puede constar de unos 30 años, y lleva pruebas y fases, y ya dependiendo de la fase (y hasta se repiten si no las superas lo que añade más tiempo), te vas comportando de una forma conforme al escalafón que hayas superado. Está la famosa fase de los segundos escrutinios (donde se confiesan ellos entre su comunidad de forma pública y hay una prueba de humillación al conocer tus secretos, para que la comunidad opine); es tras está frase cuando se van quitando muchos Kikos y se marchan para no volver más. El rollito humillación lo tienen bien marcado y eso se va a notar por ejemplos en un cura en sus homilías, lanzando indirectas, o ya no digamos en la confesión. (¿Casualidad que el cura con la peor fama de confesor de mi parroquia sea un Kiko cuando los demás curas no lo son?). Es que ya conozco a varias personas que con este cura no quieren confesarse tras malas experiencias que parecen causar trauma).
Pues yo sospecho que esta pareja está así desde que van haciendo las diferentes fases del camino: están reventados.
Ella se pasa una media de cómo 20 horas a la semana en la parroquia, pero han habido veces que he calculado 30, como un semana que a mí me salieron las cuentas de 34 horas aprox; ya que vivo cerca y es que la veo a todas horas da igual cuando yo pase por allí. Y tiene su trabajo por la mañana, pero por la tarde es que si catequesis de no se qué, ahora actividad de esto, y hay que sumarle las misas diarias porque cuando sale de sus tropecientas actividades corona la jornada con la misa. Luego tal día está actividad, si hay que viajar con el cura a donde sea, se va (y quiero pensar que lo hace acompañada del marido), más los sábados por la mañana otro grupo de chavales, y ya hasta la he visto los domingos por la tarde; el marido está metido en coros, actividades y hasta se va a otras parroquias a dar charlas de algo que no es rollo Kiko pero es otro rollo.
Todo el puñetero día ahí andan. Así les veo: cada vez más amargados, es como no tener vida. Yo los observo y veo como si estuvieran a punto de explotar.
Pero hay un rasgo que destaca en el por qué de es absorción literal y a mí nadie ma baja de esa burra: que creo la catequista está pillada por el cura, es una forma de pasar mucho tiempo con él para no levantar sospechas del marido y el entorno. Hasta cuando salen de sus tropecientas actividades y entra ella, es que es automático que el cura va detrás, han salido juntos, van juntos, parecen novios y se quedan solos a rezar no se qué cuando todo el mundo se ha largado. Ahora esto está más acusado y levanta mis sospechas porque el marido de ella está inmerso en no se qué actividad en otra parroquia y no está con ellos, y a ella la veo desde entonces pegada al cura de forma que no es normal. El marido por su parte tiene pinta de débil y quiere estar en todo para ganarse la aprobación del cura y tener puesto de poder en las parroquias (esta gente existe, a la que le gusta ser "alguien" en la iglesia del barrio).
Así que así andan, viviendo literalmente en una iglesia, y tienen hijos y todo, pero por allí no pisan.
Ambos están obsesionados con la figura del sacerdote, pero de este sacerdote, no les pasa con otros, ellos van pegados al padre Kiko, como si éste causada una fuerza de atracción a los dos, a mí me recuerda, al rollo sectario del líder que controla a sus seguidores que están ciegos con el líder.
Pues amargados, y no se hablan con la gente o han cortado contacto con muchos. Y han tenido sus piques con otras personas, cuestiones de luchas de poder entre flipados de las parroquias. (Esta vez he existe).
Yo solía hablar con ellos, el marido más simpático, ella era más maja, ha sido saber que andan tonteando con el tema del Camino Neocatecumenal y yo ya me he dicho "estos están de fases y pruebas", no quieren que se acerquen a ellos y te ponen caras largas. Es que parece que les molestas. La amargura de carácter puede venir de que se puedan estar dando cuenta de lo que hay dentro, pero como son mano derecha del cura y parecen buscar su aprobación, ¿tendrán agallas de decirle "no"?. ¿Están amargados por la cantidad de horas que pasan allí y no tienen coj*nes a decir que no al cura?. A saber, pero es la amargura de carácter en tiempo record desde que están con los Kikos y ese mirar por encima del hombro, sobre todo por parte de ella.
Tengo amistades que viven cerca de ellos y me confirman que el cura les visita con frecuencia, algo que no hace ni de coña con otros feligreses, vamos que le invitan a cenar o comer o incluso va en horario de mañana y todo a la casa, pero dicho por mis amigos vecinos, de estar ellos faenando y ver al cura llegar.
Por cierto este fue el detalle que me terminó de confirmar que estos dos andaban dentro de los Kikos. El cura no se relaciona así con otros feligreses si no hay interés de por medio, aunque en mi parroquia está el servicio de acudir a domicilios a dar la unción de enfermos o la comunión al que no pueda tomarla en la iglesia, la confesión, bendecir hogares, etc...para todos. Pero una cosa es un servicio a domicilio de cuestiones de estas, a visitar con frecuencia la casa de unos feligreses, que son los que están todo el santo día allí.