Qué es lo más espontáneo que has hecho?

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Hola a todos, pris
Lo que dice el título: Qué es lo más espontáneo que habéis hecho en la vida?
Que es eso que nunca pensásteis hacer y de un momento a otro os lanzásteis, pensándolo de pronto o sin pensarlo en absoluto, ignorando riesgos y consecuencias?
He hecho alguna que otra cosilla espontánea de bastante más trascendencia y con consecuencias posteriores muy heavys pero no me atrevo a contarla por aquí, no hoy al menos, así que os cuento esto, aunque es más light y no es gran cosa, pero para ir comentando algo del tema

Cuando tenía 14-15 años me perdí en una ciudad grande a la que había ido para visitar a un familiar enfermo. Había ido antes una cuatro o cinco veces acompañada de mis padres y ya me conocía el camino pero en esta ocasión fui sola y en dirección a la estación de autobuses para volver a mi casa me perdí en algún momento, y por más vueltas atrás que di no encontraba el camino correcto . Iba poca gente por la calle, pregunté a un par de personas y nadie supo guiarme, y empecé a ponerme nerviosa. Pero de pronto se me ocurrió pensar "bueno, llevas un buen rato perdida y no te ha pasado nada, quizá sea interesante perderse de verdad" (tal cual, o sea era mu tonta yo por entonces, y además muy inconsciente, una buena somanta de palos me hacía falta y se me habrían quitado las ganas de aventuras que tenía siempre y que las circunstancias me impedían o negaban)
Aclaro que era de día y que la noche quedaba muy lejos, que eso sí son palabras mayores para la niña que yo era a esa edad, pero yo había salido de la casa de mis tíos después del desayuno y tenía todo el día por delante para perderme y vagabundear a la buena de Dios por una ciudad desconocida, tenía tiempo de sobra para disfrutar de mi soledad, de la ciudad y de lo que me diera la gana hasta que llegara la hora de preocuparme por volver a "encontrarme" con tiempo para coger el último autobús a eso de la media tarde. Una perspectiva súper feliz para mí, y unas buenas horas realmente buenas, muy buenas...

(Esa era la idea pero la realidad es que unas (realmente muuuuy buenas) horas después me acordé de que mis padres me estaban esperando y deberían estar preocupados, así que busqué una cabina y les llamé. Mi madre me dijo que buscara a alguien que me diera buenas vibras y le preguntara, pero que si no sabía llegar me quedara quieta donde estaba o entrara en algún comercio y que le dijera el nombre de la calle y mi padre venía a recogerme, aunque eso suponía tener que dejar su puesto de trabajo. No fue necesario porque hay mucha gente con buena vibra por el mundo, y unos cuantos señores ya abuelos que estaban en unos bancos de la plaza se prestaron a acompañarme, qué majos ellos, llegué escoltada a la estación

Tenéis alguna anécdota en la que la espontaneidad fuera la protagonista?
 
La verdad es que no sabría decir, soy de vivir lo más espontáneamente que puedo. Por ejemplo, al viajar no me gustan los planes cerrados (ato lo justísimo), me gusta dejarme llevar y acabar donde sea. O si voy con el coche (y no tengo prisa), soy muy de dejarme llevar por una señal que me llama la atención, o incluso de coger el coche sin destino a ver a dónde llego.
Pero no se me ocurre una anécdota concreta.
 
Pues, no sé si se puede considerar espontaneidad, pero diría que tener un hijo. Tenía muchas ganas de tener hijos y en cuanto mi pareja y yo tuvimos trabajo, aunque el mío fuera muy precario, y ni siquiera vivíamos juntos, nos lanzamos los dos. De esto ya hace unos cuantos años. Éramos de la idea de que si esperas el momento ideal nunca llega.
[SPOILER]Luego él falleció y me tocó criar un hijo sola y me las apañé como pude. [/SPOILER]
 
se me ocurren algunas anécdotas, pero o no encajan del todo con lo propuesto, o tienen detalles que me da vergüenza contar, o son aburridas. 😅

bueno, vamos con una de ellas. en una asignatura de economía que tenía en 4º de carrera, el profesor -un señor de avanzada edad muy intimidante- nos daba la opción de aprobar la asignatura haciendo un examen oral en su despacho. te daba papel y boli por si necesitabas hacer una gráfica o alguna cosa así...

el profesor estaba examinando a otros compañer@s, y había que estar atento para cuando te avisara el compañero que había ido delante de ti (ya había móviles entonces). yo ese día tenía academia de termodinámica, una asignatura que me quedaba de 3º, y pensé que me daría tiempo a ir y volver. el profe de la academia era muy bueno y no quería perderme ninguna clase suya.

el caso es que, poco antes de acabar la clase me llamó el compi diciendo que ya me tocaba, y yo en plan tierra trágame. 😱 pero al final llegué. el catedrático me reprendió por haberme retrasado, me preguntó si estaba en condiciones de hacer el examen, le dije que sí, y al final todo salió bien, pero vaya hu3v0s que tuve, ahora no me habría atrevido a arriesgarme así...
 
otra que se me ocurre más divertida, aunque fue más de casualidad, de circunstancias externas, que de un riesgo que yo asumiera.

estaba en santander en verano, y un día hice una escapada en el alsa hasta gijón, para quedar con unas amigas de allí. el viaje de santander a gijón es más largo de lo que pueda parecer... llegué, comimos juntos, me llevaron a ver lugares bonitos de gijón como la playa de san lorenzo... pero nos entretuvimos demasiado y perdí el autobús de vuelta por cuestión de un minuto. 🤦‍♂️ así que saqué otro billete y me quedé como una hora y media más con ellas, tomando algo en una terraza y haciendo tiempo. pero lo más gracioso fue que una de ellas, que tiene un sentido del humor muy peculiar y habla metiendo palabras en bable en cada frase, me dijo: "yo en mi casa tengo un sofá libre, por si te tienes que quedar a dormir esta noche". 😅
 
Hola a todos, pris
Lo que dice el título: Qué es lo más espontáneo que habéis hecho en la vida?
Que es eso que nunca pensásteis hacer y de un momento a otro os lanzásteis, pensándolo de pronto o sin pensarlo en absoluto, ignorando riesgos y consecuencias?
He hecho alguna que otra cosilla espontánea de bastante más trascendencia y con consecuencias posteriores muy heavys pero no me atrevo a contarla por aquí, no hoy al menos, así que os cuento esto, aunque es más light y no es gran cosa, pero para ir comentando algo del tema

Cuando tenía 14-15 años me perdí en una ciudad grande a la que había ido para visitar a un familiar enfermo. Había ido antes una cuatro o cinco veces acompañada de mis padres y ya me conocía el camino pero en esta ocasión fui sola y en dirección a la estación de autobuses para volver a mi casa me perdí en algún momento, y por más vueltas atrás que di no encontraba el camino correcto . Iba poca gente por la calle, pregunté a un par de personas y nadie supo guiarme, y empecé a ponerme nerviosa. Pero de pronto se me ocurrió pensar "bueno, llevas un buen rato perdida y no te ha pasado nada, quizá sea interesante perderse de verdad" (tal cual, o sea era mu tonta yo por entonces, y además muy inconsciente, una buena somanta de palos me hacía falta y se me habrían quitado las ganas de aventuras que tenía siempre y que las circunstancias me impedían o negaban)
Aclaro que era de día y que la noche quedaba muy lejos, que eso sí son palabras mayores para la niña que yo era a esa edad, pero yo había salido de la casa de mis tíos después del desayuno y tenía todo el día por delante para perderme y vagabundear a la buena de Dios por una ciudad desconocida, tenía tiempo de sobra para disfrutar de mi soledad, de la ciudad y de lo que me diera la gana hasta que llegara la hora de preocuparme por volver a "encontrarme" con tiempo para coger el último autobús a eso de la media tarde. Una perspectiva súper feliz para mí, y unas buenas horas realmente buenas, muy buenas...

(Esa era la idea pero la realidad es que unas (realmente muuuuy buenas) horas después me acordé de que mis padres me estaban esperando y deberían estar preocupados, así que busqué una cabina y les llamé. Mi madre me dijo que buscara a alguien que me diera buenas vibras y le preguntara, pero que si no sabía llegar me quedara quieta donde estaba o entrara en algún comercio y que le dijera el nombre de la calle y mi padre venía a recogerme, aunque eso suponía tener que dejar su puesto de trabajo. No fue necesario porque hay mucha gente con buena vibra por el mundo, y unos cuantos señores ya abuelos que estaban en unos bancos de la plaza se prestaron a acompañarme, qué majos ellos, llegué escoltada a la estación

Tenéis alguna anécdota en la que la espontaneidad fuera la protagonista?

me ha gustado mucho tu historia, prima. a veces hay que perderse para encontrarse de nuevo a uno mismo/a. 😊

lo de alguien que te diera buena vibración fue una observación muy buena de tu madre. eso se intuye con un vistazo rápido, pero ese vistazo hay que darlo antes de abordar a la persona.

en los cómics de esther, la protagonista se perdía, se quedaba encerrada en sitios... y en los años setenta y ochenta no había móviles para llamar a los padres. 😱

esther_autobuses.jpg
 
el otro día iba de una clase a otra en autobús. una alumna estaba preguntándome dudas por whatsapp. le expliqué por audio cómo se hacía un ejercicio, pero así no nos entendíamos del todo. cuando me bajé del bus enfrente de la casa donde iba a dar clase, me sobraban como veinte minutos, así que me senté donde pude, saqué mi carpeta, hojas y mis rotus de colores, y le hice un vídeo con el móvil explicándole el ejercicio. era de áreas entre gráficas, de los que se hacen con integrales. estaba en el barrio de entrevías, pero digan lo que digan allí nadie se mete contigo. había unos adolescentes dando voces, pero estaban a su rollo, de mí pasaban totalmente. 😅
 
Última edición:
Pues, no sé si se puede considerar espontaneidad, pero diría que tener un hijo. Tenía muchas ganas de tener hijos y en cuanto mi pareja y yo tuvimos trabajo, aunque el mío fuera muy precario, y ni siquiera vivíamos juntos, nos lanzamos los dos. De esto ya hace unos cuantos años. Éramos de la idea de que si esperas el momento ideal nunca llega.
[SPOILER]Luego él falleció y me tocó criar un hijo sola y me las apañé como pude. [/SPOILER]
Bendita espontaneidad, te dejó el mejor regalo del 🌎
 
Ayudar a una chica extremadamente tímida a bailar y desinhibirse (y a mí bailar no me gusta nada de nada, pero me dio por ayudarla para después hablar de que el sentido del ridículo es un lastre). Hace ya más de 10 años de eso. Fue una chica que me vi en un salón manga pequeño donde entre todos formaron una "discotaku" al final del día.

Otro que recuerdo fue "salir a la calle" y acabar estando el mismo día con unos amigos a más de 400 km de donde vivo.
 
Una madrugada, sobre las dos de la mañana hablando por teléfono fijo bajito, para no despertar a mis padres, mi pareja a muchos kilómetros, los dos ya hartos y cansados de la situación, voy y le digo:- Nene ¿Nos casamos? y respondió que sí (Menos mal, jajjajaj)
 
Decidí la noche anterior que iba a coger el tren a París cuando estaba rota de dolor tras algo que me había pasado. Me fui a casa de unos parientes y fue uno de los mejores findes de mi vida. Un amigo se encargó de que estuviera entretenida por París y no en lo que me había pasado.

Una de mis mejores anécdotas, la gente siempre se ríe de cómo acabé en París aquel día :D
 
Yo soy muy insegura y no me gustan las sorpresas ni la espontaneidad, ya que la previsión, los planes de antemano y la rutina me dan seguridad.

Sin embargo, cuando viajo me gusta coger el coche e ir sin plan definido... por ejemplo, saber a dónde voy (a Suiza, a Venecia) y conducir sin reserva hotelera previa, parándome donde me llama la atención...

Pues... hace dos años en verano no pudimos tener vacaciones por unas circunstancias familiares: mi marido tuvo que ir a llevar a su hijo a Madrid y después a la ciudad de León para unos exámenes y estudios y yo me tuve que quedar en casa sola para recibir a mi hijo que venía esos dias...

Aclaro que la ciudad de León está lejísimos de mi casa, en la otra punta del país.

Pues cuando llegó mi hijo, yo, en mi tónica planificadora, le había hecho innumerables planes con otras madres para que estuviera con niños de su edad... en la piscina, en el Club,... y me encontré conque los niños se rebelaban y no querían ir... sólo querían estar en sus casas con sus pantallas...

Mi marido me llamó para decirme que había llegado a León, que iba a descansar en el hotel, y que volvería a casa el día siguiente, pero que en dos días tenía que volver a León a por su hijo.

Decía que estaba metido en la cama y con mucho frío, pues había ido sólo con una camiseta y pantalones cortos, tal y como había salido de nuestra calurosa ciudad, sin llevar ninguna prenda de abrigo, sólo llevaba un ventilador en el maletero...

Le dije a mi marido: no te muevas, que voy a llevarte un jersey.

Aclaro que León está lejísimos de mi casa, en el otro extremo del país.

Cogí a mi hijo que estaba en el salón con una pantalla y le dije: coge una bolsa pequeña, mete un pijama, ropa interior, ponte zapatos cómodos y átate una sudadera a la cintura, que nos vamos a León.

En menos de una hora nos habiamos plantado en la estación y a las 20h cogimos un autobús, nos tiramos toooda la noche de viaje y a las 6 de la mañana estábamos en la estación de León ¡con un jersey para mi marido!, que nos esperaba aterido de frío, atónito y muy contentos de vernos, yo creo que por ver su jersey, ja, ja, ja.

Ya en León, visitamos la ciudad (qué frío hacía...), recogimos al hijo de mi marido de los exámenes y seguimos en coche por Cantabria, Bilbao, los Pirineos, pasamos la frontera a Francia... y nos dimos una vueltecita en coche por allí... unas vacaciones inesperadas.

Mi hijo tenía doce años y lo recuerda como el mejor viaje de su vida, ja, ja, ja... toda una aventura... siempre rememora que durante el viaje en autobús cenamos ¡un donut! a medianoche en un bar de carretera donde se detuvo el autobús por la noche... a él le pareció toda una aventura cenar un donut en la carretera, en vez de sopa en casa, ja, ja, ja.
 

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