Lo que cuentas creo que son síntomas, no el problema. También la depresión es un síntoma, es tu cuerpo diciendo: "se acabó, ya basta de esto, para ya. No puedo más."
El cuerpo nunca miente, otro libro que te recomiendo, de Alice Miller.
Si el origen del problema está en la familia, yo soy la persona menos adecuada para dar lecciones, porque la fuente de mis mayores problemas también es la familia, y todavía lidio con eso y lo llevo como puedo, a veces bien, normalmente regular, y de vez en cuando fatal.
Pero a todo se aprende, y en todos estos años de arrastrar a una familia disfuncional y anodina, solo una cosa me ha servido: cambiar yo.
Cambiar en mi forma de verlos. Dejar de esperar lo que no me van a dar, y de desesperarme por no recibirlo. Perder la esperanza. Empezar a mirar a algunos de ellos como a discapacitados emocionales. ¿Qué hacemos con las personas discapacitadas? Tener paciencia, compasión, entender que hacen lo que pueden (vaya, ¡pues igual que yo!). Aceptarlos.
Y construir desde ahí mi castillo interior, donde solo entran las personas que yo quiero y que me quieren, que son muy pocas, poquísimas, y mantener cierto grado de desapego con todos los demás. No un desapego vengativo ni odiador, sino una distancia sana, que no tiene por qué ser una distancia física (o sí, si es posible), pero al menos sí una distancia emocional, donde sus torpezas afectan menos.
Y poco a poco, con los años, vas aprendiendo a vivir con lo que tienes. No a la espera de la situación ideal (que jamás llega), sino con lo que hay. Con tus circunstancias, con tus miserias y tus maravillas. Y con lo que hay, hacemos lo que podemos, y vamos saliendo adelante, normalmente de forma mediocre, con algunos ratillos bonitos también. Y todo eso es la vida, me parece a mí. Ir tirando.
Que duele la hostia muchas veces, y que la sacamos adelante con esa angustia existencial que tenemos todas, que es la angustia de estar vivas, asustadas, de sentirnos solas, de tener miedo del futuro, de preocuparnos por todo, de sentir que nos falta algo, que algo importante debería estar y no está. Eso también es estar viva.