Para mí los 24-25 fueron una edad maravillosa en la cual aprendí a quererme a mí misma, empecé a vivir sola por primera vez y a descubrirme en muchos sentidos. Quizás le diría algo a mi yo de 17, 18, 20. Pero con 25 estaba en mi mejor momento y desde ahí he tenido épocas mejores y peores, pero en general no me arrepiento de nada.
Me hace gracia porque con 26 y estoy justo en un momento por el estilo...es como que estoy siendo consciente del proceso por el que estoy pasando de joven vividora lanzada intensita al típico prototipo que tenemos impuesto a la gente según cumplen 30. No me arrepiento de vivirlo justo ahora, me ha venido genial porque me he permitido vivir experiencias, lanzarme a hacer cosas con miedo y testear más allá de mis límites. Pero sí es cierto que yo también le diría a mi yo de 18 unas cuantas cosas, porque aquí una ha tenido que vivir la adolescencia según cumplió la mayoría de edad hasta hace poco, que ya he tenido que poner el freno porque sino acababa conmigo misma xD
De todas formas, primi, por estudiar no te preocupes, que siempre se está a tiempo. Y para cambiar de vida, casi que también. Me llegó por RRSS un mensaje precioso de un montón de gente famosa que sólo triunfó en la vida a una edad más bien avanzada.
Necesitaba leer algo así de alguien completamente ajeno a mi vida, la verdad. A pesar de que he aprendido a convivir con sentirme una constante inútil y a tratarme con cierta compasión por entender el porqué estoy en el momento en el que estoy...me sigue costando. Sé que estoy estudiando una carrera que me gusta sobre todo por el campo de trabajo que me podría ofrecer, pero aún así...me gustaría haber podido estudiar otra más fácil, diferente para mi, menos exigente y que me hubiera aportado cosas más útiles en mi día a día y que no se me hubiera juntado con tropecientas mil cosas personales, mentales y gilipolleces. Odio que la universidad se entrelace tanto con la vida personal, es lo único precisamente que me habría dicho a mis 18, limitar muy bien la exposición a ese mundo y a la exigencia del mismo porque te puedes perder...desde luego siento que necesitaba haber empezado la universidad más madura, más adulta y con más herramientas de gestión emocional y en general de personalidad. Habría sido una experiencia completamente distinta, quizás hasta normal.
Yo diria que no tengas prisa por nada. Ni te compares con nadie. Ni por tema laboral ni por tema pareja.
En lo laboral al final con los años las piezas encajan. Si no te gusta donde estás trabajando cambia.
En cuanto a pareja, jamás estés con alguien por estar ni aguantes mierdas de nadie.
Aprende a soltar y a aprender que la vida es cambio. A veces bueno a veces malo.
Mucha gente te decepcionará, incluso te decepcionarás a ti misma.
Como piensas o planeas que será tu vida seguramente no tenga nada que ver con como será en 10 o 15 años.
Amén a todo esto. Es muy importante tener una red de personas en las que confiar y a las que querer, pero es igual de importante que confíen y te quieran de vuelta. Si no es así...mejor solo. Estamos en una época hiperextrapolarizada: por un lado te dicen que es mejor vivir solo y apartado y que cualquier tipo de vínculo es dependencia emocional y que, por tanto, te vuelves débil. Y por otro básicamente que estar solo es horroroso y poco menos que te mueres en dos días porque es que hoy en día nos hemos vuelto en unos egoístas de mierda.
La realidad es que la vida no es para nada como se está opinando, debatiendo y demostrando constantemente en redes, al igual que nosotros no somos etiquetas, ni fotos, ni perfiles, ni la opinión de los demás. Simplemente, aprender a tener tu espacio, tu solitud, y nutrir ese pequeño rinconcito como harías con tu hogar es muy importante para afrontar la vida en general (y poder vivirla). Pero también es importante precisamente para poder disfrutar de las personas a las que dejas entrar en tu vida...porque una vez nutres tu propio sitio, tu paz interior, eres consciente del esfuerzo constante que conlleva y no estás dispuesto a echarlo por la borda por cualquiera. Así que es importante primarse a uno mismo y a su bienestar por encima de las exigencias colectivas para así disfrutar de uno y, si somos afortunados, de los demás. El amor genuino creo que es algo que siempre ha sido difícil de encontrar y ofrecer, tanto en parejas, como amistades...incluso familiares, pero la dificultad ahora (al menos en mi caso) la encuentro en que se vive tanto en el mundo digital que resulta casi imposible hacer amistades o conocer parejas en tu día a día, de normal y eso genera una sensación de soledad bastante fuerte, de hecho, si no participas en las redes es casi como si no existieras para las personas que supuestamente eran importantes en tu vida porque se olvidan de tu existencia. Pero bueno... creo que está en reconocer la exclusividad del querer y ser querido, para valorarlo mucho mejor y sentirse afortunado si se da la oportunidad de experimentarlo ( y sentirse en paz si no, porque en esta ecuación, no solo participas tú).