Me estaba el otro día acordando de una compañera de carrera que tuve. La llamábamos "la pija" por motivos obvios: papi era empresario, iba a la uni en su propio coche mientras el resto íbamos en bus o incluso ni teníamos el carnet, iba siempre impecable con el pelo de peluquería, ropita de marca, perfumes buenos, mientras los demás pasábamos el verano trabajando para pagarnos los gastos, ella se lo pasaba de viaje, vivía en un chalet con piscina, etc.
De repente en cuarto de carrera dejamos de verla. Solo la veíamos aparecer en los exámenes y para venir a las tutorías con los profesores.
Pues años después me enteré por otra compañera que la conocía porque era de su pueblo de lo que le había pasado. El padre de esta chica, empresario hostelero, había fallecido de forma inesperada de un ataque al corazón y cuando fueron a hacer el reparto de la herencia vieron que había más deudas que bienes. Le debía tantísimo dinero a la Seguridad Social que el chalet con piscina les fue embargado y tuvieron que mudarse a uno de los pisos que de normal tenían alquilado. Aparte, también debía a proveedores de sus restaurantes, tenía préstamos sin pagar, debía montones de cuotas atrasadas del IBI de los tres inmuebles que poseía, etc.
Al final esta chica y su familia se quedaron prácticamente con una mano delante y otra detrás, ni un seguro de vida les dejó el hombre, había tenido uno hace tiempo pero, oh sorpresa, lo había dejado de pagar. Lo perdieron todo de la noche a la mañana y la chica y su hermana pequeña se vieron obligadas a ponerse a trabajar por primera vez en su vida. Tuvieron que vender sus coches y cambiarlos por modelos de segunda mano, se acabaron la ropa de marca y los veranos en Ibiza. La viuda, que nunca había trabajado pero tampoco lo hizo después, se pilló una depresión de caballo cuando vio que hasta la pensión que le había quedado era una mierda por lo poco que había estado cotizando su marido. Estuvieron las dos hermanas trabajando para mantener a la familia mientras su madre vivía empastillada y metida en la cama.
Pues según me contaron, esta chica dejó de ir a clase porque se puso a trabajar, tuvo la suerte de que su familia tenía contactos con gente de buena posición y le consiguieron un trabajo como ayudante en un despacho de abogados (nada de irse de cajera al Carrefour como hacíamos los demás).
La verdad es que me dio pena de ella, no solamente pierdes a tu padre sino que encima pierdes tu casa y básicamente todo lo que había sido tu vida hasta entonces.
Hace poco la encontré por Facebook y cotilleando un poco su perfil vi que se había casado con un arquitecto y tenía tres niños, y por la pinta parece que haya recuperado el nivel de vida que tenía antes de que falleciera su padre. Espero que al menos su marido sea bastante más responsable de lo que fue su padre.