También hay personas que sufren de cacosmia.
A una ex compañera de trabajo, cuando empezó nueva, la que compartía despacho con ella, comenzó a quejarse de que olía mal.
Le encendía velas aromáticas e inciensos, en ese despacho.
Se enteraron hasta los directivos. Todo el que pasaba por allí.
Al final la que tenía el problema, de cacosmia, era la que encendía las velas.
A una ex compañera de trabajo, cuando empezó nueva, la que compartía despacho con ella, comenzó a quejarse de que olía mal.
Le encendía velas aromáticas e inciensos, en ese despacho.
Se enteraron hasta los directivos. Todo el que pasaba por allí.
Al final la que tenía el problema, de cacosmia, era la que encendía las velas.