Prima, a mi me ha pasado algo muy parecido hoy. Hace unos días de hecho puse un mensaje aquí hablando sobre cómo me afectaba el no ir a ocasiones familiares porque sentía que estaba haciendo algo malo.
Bien, pues mi marido, que ha ido a ver a su familia al menos una vez a la semana recientemente, ha recibido un mensaje de su señora madre hoy, diciendo que nunca va a verla y poco más que les estaba dando de lado y se sentían abandonados. Qué ha pasado cuando me lo ha contado? Que automáticamente he sentido lo mismo que describes tú en la boca del estómago, seguido de angustia y ganas de pirarme de aquí y no ver a esa gente nunca más. La narrativa ahora es que yo, que soy más mala que la quina, ya no me junto con ellos porque me creo por encima, y que poco a poco estoy comiéndole la cabeza al hijo para que se aparte.
Señora, que su hijo va cada 6 o 7 días a hacerle una visita y está en contacto constantemente! Qué más necesita? Controlar a la nuera, está claro. Y como no lo consigue, pues a triangular lo más grande y ponerla de vuelta y media disimuladamente, eso sí, delante de todo quisqui, para ver si así nadie se da cuenta de que en realidad se está portando conmigo como una auténtica bruja.
No sé si algún día dejaremos de sentir esa bola de nervios en el estómago cada vez que las suegras aparecen en escena, parece algo muy difícil.