Y además no quieren ver empañado el recuerdo de su hijo con todas estas cosas tan terriblemente feas que han pasado.
La familia materna de Mateo son gente de toda la vida del pueblo, muy bien sabrán ellos quién ha matado a su hijo, cómo está mentalmente, en que circunstancias se ha criado
Que sin ser de allí, con todo lo que hemos leído sabemos que Juan no ha estado atendido por la sociedad como debiera y como desearíamos que fuera si hubiera sido hijo nuestro. A la hora de juzgar estos casos lo que se necesita es humildad porque tener un hijo, un hermano con trastornos tan graves nos puede pasar a todos.
Sólo hay que leer los casos, yo misma tuve una tía que tenía una deficiencia, generalmente era un amor, pero cada tanto le daba un arrebato y entonces era de una agresividad espantosa. Entonces le daban la pastilla, a la fuerza, que no quería, y la dejaba como un trapo, necesitaba entonces mucho reposo y mimos para recuperarse. Pero esos ataques violentos eran tabú, no se hablaba de ellos fuera, se sufrían en silencio. De esto hará más de 40 años, era yo niña. Hoy los medicamentos serán otra cosa. Cuando se murió mi abuelo sólo mi padre era capaz de administrarle los medicamentos cuando le daban los ataques de furia, ella lo adoraba. Cogía el coche se presentaba y dormía allí 1-2 días. En una ocasión rechazó un puesto de trabajo buenísimo en otra ciudad para no dejar a mi abuela y ai tía solas con la situación. Mi tía acababa de pegarle una paliza a la chica que trabajaba en casa que casi la mata. Fue horrible. Los que intentaron separarla también se llevaron golpes.