Prima , mucho ánimo con tu peque. Es muy pequeña, ella ahora no entiende de celos, ella ve sus cosas y se le antoja.A mi me sale cogerla, mi hija ha tenido muchos brazos desde que nació, yo soy de la escuela del “que no llore” y nos ha ido bien por eso me ha agobiado tanto verla con semejantes berrinches, ahora bien, eso no quita que yo sé que la niña, algo de cuento le va echando y esto ya con toque de humor. Lo del parque es innegociable, más de un día me ha tocado traerla como si fuera un saco de patatas por qué no conseguía entrar en razón, soy mucho de hablar y tener paciencia pero claro, tampoco me pueden dar las 10 de la noche en el parque por muy agosto que sea.
Qué pasa? Que yo noto que la “pataleta” según lo que le pase, dura más o menos según quien le haga caso. Por ejemplo, si estamos en casa de mi madre y coge un botijo y vemos que el botijo va a acabar roto, yo se lo quito, la intento distraer con otra cosa, a veces funciona, a veces se la escucha hasta en Pekín, pero, si la cojo yo, pues a veces al instante se calla, si la coge su padre pues lo pasa peor, entonces claro, yo pienso que es pequeña, que a veces no entiende, que tiene 18m pero claro también hay que ponerle límites y como madre lees tantas cosas que yo ya no sé verdaderamente a largo plazo, que puede ser lo mejor.
Yo sé que hay gente que piensa que es mejor dejarles llorar, pero también digo, para eso hay que valer, y yo no valgo.
A mí lo que me genera dudas son mi madre y mi suegra. A mi madre las pataletas le hacen gracia, me dice que la deje llorar, o que la deje en el suelo y me vaya que vendrá corriendo, hombre pues no me parece sensato, mi suegra en vez de hacerle gracia la cabrona aprovecha para decir cosas “no querías que no llorara, pues aquí te tiene esclavizada”, y yo en plan señora, cállese, esclavizada estaría si fuera algo rutinario, estamos aprendiendo cada día es una situación nueva.
Un cuadro prima; por que a mi madre la tengo al lado y mi suegra es muy pesada y me desgastan más ellas que la niña en sí.
Tenemos que diferenciar entre poner límites, que sabemos que los de seguridad son necesarios y los de la propia familia que pertenecen a la dinámica familiar ( a tal hora nos venimos del parque, nos duchamos etc).
Al final la gestión emocional entendida de forma respetuosa hoy en día, no es que el niño no llore, sino acompañarles y eso va a ir seguido de muchas rabietas, porque a esa edad, lo que predomina es el cerebro emocional, no el racional, ellos no entienden de razones tan pequeños.
Lo que hay que tener claro es ponerles unos límites que dependen de cada familia y cuando se produzca la rabieta solo podemos acompañarles, validarles, que sepan que estamos ahí. Que no es lo mismo que ceder en el límite o norma, ni tp ignorarles. La mayoría de padres queremos que la rabieta no se produzca, es desagradable, pero es que llorar van a llorar, y patalear. Nuestra función es ponerles límites razonables y acompañarlos. Lo estás haciendo bien, ignorarlos no lo veo, es como si el adulto está mal y su padre o marido le ignora. Ignorar hace subir más el cortisol.
Mi hija normalmente no quiere contacto físico, excepto cuando se ha hecho daño, así que permanezco a su lado y cuando baja la intensidad ya le explico de forma breve pero a esta edad tiene que ser algo muy breve y añadir frases en positivo, darles alternativas y aún así muchas veces acabarán agotados de llorar y es normal, queda tener mucha paciencia.
Y si quiere contacto perfecto, el contacto ayuda a bajar el cortisol o cantar alguna canción, esto ya va depender de cada peque. Y el contacto tb nos viene bien a nosotros, que nos derbodamos también y a mí me ayuda a veces porque me calma tenerla cerca y gestionarme yo tb.
Respecto a la llegada del hermano, queda tener mucha paciencia y conforme nazca el bebé ver cómo os organizais respecto tema sueño, leer cuentos de hermanitos, involucrarle en la medida de lo posible sin forzar si ella no quiere y pasar tiempo con ella a solas sin el bebé. Entiendo que si das lm le tocará a tu marido dormir con ella o turnarnos si no es así.