Buenos días pris, llevo un par de días reflexionando sobre este tema y voy a dejar aquí la reflexiones y abrimos debate si queréis.
Comparto la idea que ya se ha hablado de que ante una rabieta no se debe ceder (aunque matizaría pero bueno, aceptemos ese punto al 100%). DURANTE la rabieta y nada más finalizada la misma no se cede, pero y que ocurre después? Yo creo que luego si es positivo ver lo que hay debajo de esa rabieta y ver si podemos (o debemos) cambiar algo de lo que hacemos los adultos para evitar futuras rabietas del peque.
Aquí supongo que habría que diferenciar el tipo de rabieta, pero si lo que tiene detrás son celos por la llegada de un hermano/a, por qué no hacerle las cosas más fáciles al mayor?
En el caso concreto de la forera (y personalizando en el mío propio tb) los futuros hermanos mayores son bebés aún. Desde que me quede embarazada me siento “mal” porque siento que ahora tengo que “hacer crecer” al mayor y me parece injustisimo.
Yo como persona adulta he decidido tener otro hijo, pero mi hijo no ha decidido que a partir de ahora ya no puede ser “el bebé” (no sé si me estoy explicando). Estamos en proceso de hacerle dormir en su habitación y me siento mal, no me gusta, no es una decisión que habría tomado ya si no fuese por el bebé.
Creo que tampoco es algo en lo que vaya a presionar, si se quiere ir y está cómodo en su nuevo cuarto adelante, si quiere seguir durmiendo con nosotros adelante, no me puedo imaginar negarle ese contacto si lo reclama.
Y la última reflexión, cuando nace el primer bebé a día de hoy se dice que son los padres los que deben adecuarse al ritmo de ese bebé y todo debe girar en torno a ese bebé (comparto esa idea al 90%) pero cuando nacen los segundos????
No todo puede (ni debe) girar en torno al nuevo miembro, quien está aquí también importa, tiene sus rutinas, necesita sus espacios de juego y tb deben contar sus necesidades.
Voy a contarte mi experiencia por qué aunque han pasado pocos días ha habido cambios. En el momento en que leí “no podéis dormir 4 personas, un bebé con rutina y un padre que trabaja” me quedé dándole vueltas por mal que me sentara y el lunes por la tarde volvimos a preparar la habitación de mi hija pero de una forma diferente. Pusimos la cuna y al lado una cama de 90, como haciendo colecho. La primera noche me quedé yo, no puso resistencia ninguna por qué ella al parecer quiere contacto y le da igual donde dormir, las siguientes noches se ha quedado el padre, que milagrosamente, si antes era fácil que se durmiera, con él se anda con menos tonterías, por qué sabe que no le va a dar coba. A mi es que me sonríe y me derrite y a lo mejor me consigue entretener, su padre consigue ser más serio aunque le cuesta.
El plan es que el padre siga con ella un par de semanas más para que si se despierta (que no lo hace de momento) no se vea sola, y luego se acostumbre a estar sola en la habitación durmiendo. Mi pareja quiere volver a nuestra cama aunque cuando nazca la segunda no duerma, dice que no me quiere dejar sola por si necesitara algo, lo hicimos así con la primera y quiere repetir.
Anoche me sentía súper culpable pero al final el verla bien me hace sentir feliz. Al final también tiene que crecer y yo sé que cuando llegue el nuevo bebé ya solo con la etapa de los cólicos del lactante va a ser imposible que ella duerma bien si sigue en nuestro cuarto.
Diría que duerme mejor que con nosotros por qué como el problema “soy yo” se mueve para sentirme cerca, con sus padre se mueve pero no le busca, por lo tanto no se despierta como a lo mejor pasaba antes que se despertaba una vez o dos para asegurarse de que yo seguía ahí. mi pareja se siente mal por qué dice “que parece que le dé igual todo si está el” xD.
Lo que sí noto es que por el día está más mimosa de lo habitual y me busca más. Pero bueno, tengo cariño infinito para darle.
Respecto a tu último párrafo, nosotros tampoco sabemos que vamos a hacer. Con la llegada de nuestra primera hija nuestra vida pasó a girar en torno a ella renunciado a casi todo tipo de planes, y amoldando todo a ella, pero claro, ahora viene otra y eso no lo podemos hacer por que la mayor sigue necesitando parque y salir entre otras cosas.
Lo bueno es que a mí me pilla en invierno que de por sí se sale menos, pero me da que a la segunda no la vamos a poder “respetar” tanto a no ser que nos dividamos por completo y es algo que me da mucha pena. Imagino que iremos viendo, igual a la segunda le va la marcha y le da igual donde la pongas.
La mía es que no ha sido la típica de dormirse en el carro y dejarnos hacer de todo, ha sido una niña de rutinas por qué aunque lo intentamos, no nos quedó otra.
Eso imagino que ya lo iremos viendo.