Pues mi experiencia más cercana con el Opus Dei fue en mi adolescencia y primera juventud. A través de algunas amigas empecé a frecuentar grupos de chicos del colegio de estos en mi ciudad, pero no era en misa, me refiero en la juerga y en los bares. Eran un grupo numerosísimo, en los que su mayoría eran del entorno pero no demasiado metidos en el tema. Sus padres solían ser gente de dinero (altos funcionarios, notarios, registradores ... ) que no siendo tampoco en su mayoría religiosos o no a esos niveles, habían decidido llevarlos a ese colegio por su elitismo y para que hicieran contactos de influencia. Otros si eran muy religiosos y sus familias cumplían los preceptos.
En esas edades y en esos ambientes lo que puede decir es que aun siendo gente buena, tenían todos un "toquecito", había una dicotomía en sus personalidades. Los chicos jóvenes que querían vivir y disfrutar, enrollarse con chicas ... pero que a su vez tenían el yugo del pecado, de la actitud culposa con todo lo relacionado con el s*x*, de moverse en grupos de influencia que en el futuro pudiera valerles.
Mis amigas y yo también eramos de colegios religiosos, pero de congregaciones de otra índole, mucho más aperturistas y sin repercusión en la vida familiar. También estaban en el entorno las chicas del colegio homónimo a ellos, la verdad es que las pobres era para verlas, viejecitas de dieciséis con sus collares de perlas, todo recato y candor. Las cuales esperaron pacientemente años a que los chicos casaderos de su entorno se divirtieran lo suficiente. Y así fue, porque al final la educación pesa mucho y la sensación de seguridad que vas a tener dentro de la Obra más todavía. El tiempo fue pasando, algunos se fueron a estudiar la carrera a Pamplona, volvieron, sus padres los enchufaron en el despacho o en la constructora, algunos de ellos se casaron con quienes se debían casar para tener esa vida normativa que se supone que debían tener.
En mi caso no hubo ningún chico de ese entorno que hubiera podido ser una relación importante a la edad adulta, pero en otros casos si he visto que dejaron pasar otras chicas con las que hubieran sido muy felices porque llegó un punto que el mensaje del Opus pesaba mucho en sus cabezas y mucho más las ansias de éxito social. Y como digo el tiempo fue pasando, algunos siguen siendo amigos, otros ya no, pero me los voy cruzando de vez en cuando y siendo una profunda pena por ellos porque los siento muy infelices. Estamos en esa edad de los cuarenta y pocos en los que alguna gente está muy bien y a otros el tiempo les ha caído como una losa. Te los ves a ellos y a ellas con las miradas vacías, con sus cuatro niños vestidos iguales, muyyy viejos. Otros a los que se le ha caído el castillo de naipes, gente que intenta mantener el matrimonio contra viento y marea. Otros que han dado el campanazo una vez muertos sus padres, han dejado a la familia y se han ido con veinteañeras para no dejar pasar su último tren. Otros con graves problemas económicos y laborales porque sus padres ya se jubilaron y no han podido mantener el status, lo cual no aceptan porque se siente de la élite y tienen que vivir en barrios concretos ... Desde luego que es un entorno social digno de estudio.