¿Os ha pasado alguna vez?
Hace más de 15 años, conocí a una chica que le dio por curiosidad conocerme por tener el asperger. La chica pasaba por un momento muy complicado: el novio de entonces le ponía los cuernos día sí y día también, suspendía en la universidad sistemáticamente. Ella contaba sola todo su lodazal. Yo era una especie de pañuelo de lágrimas para ella, pues lo consideraba una chica interesante de la que aprender. En aquellos tiempos tenía la radical y binaria visión que una persona sana de clase media lo tenía todo hecho y regalado en la vida, y solo tenía que preocuparse de superar estudios. Ah, también era unos tiempos en los que creía que estudiando carrera tendrías trabajo fijo y vida resuelta... no me juzguéis, era menor de edad con una vida bastante más jodida que la de esta chica.
Esta chica con el tiempo, muy poco a poco, fue saliendo de su atolladero. Le llevó muchos años, casi una década. Pero me detestaba por limitarme a escuchar, sin saber aconsejar en aquél entonces. Esta muchacha le daba por repetirme reiteradamente que yo no disfrutaba de la vida, que no viajaba, que no había experimentado ni el alcohol ni el s*x*. A mí no me importaba nada, tenía preocupaciones mucho mayores: monstruos que tenían mi vida amenazada un año sí y otro también. Las personas sanas quieren mil y un cosas, los enfermos solo una...
He permanecido impasible hacia sus actitudes agresivas conmigo. Como si cada intento de darme un toque de atención, molestarme o incluso execrarme cayese en saco roto. Yo solo veía a una persona jodida que le ha costado horrores salir de su agujero, incluso cuando lo tenía todo para disfrutar de la vida con suma facilidad. De hecho, la última vez que me habló llegó a un punto conmigo hace años en el que le dio por contactarme diciendo que no me toleraba y que alguno de los estados que escribía (que no eran contra ella en absoluto, sino reflexiones personales que hacía solo o con los amigos de entonces; yo con ella no me juntaba en persona y todo era chat) la execraban. La invité a que hablara conmigo, que ella propusiera día, hora y lugar si eso la hacía sentir segura, y que iba a escucharla para lo que necesitara. Pero no se concretó nada. De esto hace ya unos 8 años.
Hoy vive en Valencia, pero sé bien que no me quiere ni ver ni saber nada de mí. Se vino recientemente a donde vivo para estar unos días con amig@s de la infancia. Entre esas personas hubo un conocido mío, y me comentó que el mero hecho de mencionar mi nombre le quitaba la sonrisa. "No quería saber nada de mí", simplemente.
Honestamente siento pena por ella. Lo tiene todo, y probablemente, como cualquiera, haya vivido una vida mucho mejor que la mía. No sé cómo explicarlo... está bien haber sido una persona de miserable condición en un momento muy cruel u horrible de tu vida. He sido testigo de ello y vamos a poner incluso que es posible que haya cosas que haya dicho que la hayan hecho ahondarse en esa miseria. Compremos esto y digamos que es cierto también. Acepto que me haya asociado con un recuerdo miserable de su vida: que yo sea una especie de reflejo de su debilidad y penuria pasada, y que quizás no le guste que alguien como yo (ella sabe que yo he padecido muchísimo más) haya estado en una posición de apoyar y escuchar, y por tanto en una posición de superioridad. Aunque yo no la subraye y le reste toda importancia a mi disposición o generosidad.
Son sentimientos encontrados. Prefiero que todo siga hasta ahora y no tenerla cerca, pero por otro lado produce cierta aflicción ver a alguien que conociste recogida en pedazos y que a día de hoy, pasado mucho tiempo y habiéndolo conseguido todo, ser la prueba viviente de que ese pasado en el fondo le sigue afectando mucho. Es como un recuerdo que no se va.
¿Habéis tenido en vuestra vida a una persona que os deteste, odie u os evite de una manera total y absoluta a la cual ayudásteis, echásteis una mano o escucha, y no quiera saber absolutamente nada de vosotros porque vuestra mera presencia o recuerdo le rememore sus penurias y miserias? ¿Pensáis que por un lado se comportan como personas de miserable condición, pero sabéis que no son así y por mucho comentario o actitud insidiosa que os hayan dedicado, no os ha afectado en absoluto porque entendéis que habéis acompañado en su dolor o sufrimiento y que esa actitud en contra vuestra es consecuente de traumas no superados y aún con todo queréis ver a esa persona feliz aunque no os tolere u o evite? ¿Os apena un poco que una persona así os vea del modo en que he escrito, en lugar de haber hecho las paces al 100% con su pasado y con cómo era antes, y que, de ser amigos, te sentirías honrado de tener a tu lado o de haber conocido? De tener una salud mental equilibrada y en su sitio, ¿se os hace imposible tener malos deseos a este tipo de personas que ha tenido este rol en vuestra vida y que como mucho las queráis lejos, pero felices?
Si farfulleo mucho es normal, me cuesta describir este tipo de cosas.
Hace más de 15 años, conocí a una chica que le dio por curiosidad conocerme por tener el asperger. La chica pasaba por un momento muy complicado: el novio de entonces le ponía los cuernos día sí y día también, suspendía en la universidad sistemáticamente. Ella contaba sola todo su lodazal. Yo era una especie de pañuelo de lágrimas para ella, pues lo consideraba una chica interesante de la que aprender. En aquellos tiempos tenía la radical y binaria visión que una persona sana de clase media lo tenía todo hecho y regalado en la vida, y solo tenía que preocuparse de superar estudios. Ah, también era unos tiempos en los que creía que estudiando carrera tendrías trabajo fijo y vida resuelta... no me juzguéis, era menor de edad con una vida bastante más jodida que la de esta chica.
Esta chica con el tiempo, muy poco a poco, fue saliendo de su atolladero. Le llevó muchos años, casi una década. Pero me detestaba por limitarme a escuchar, sin saber aconsejar en aquél entonces. Esta muchacha le daba por repetirme reiteradamente que yo no disfrutaba de la vida, que no viajaba, que no había experimentado ni el alcohol ni el s*x*. A mí no me importaba nada, tenía preocupaciones mucho mayores: monstruos que tenían mi vida amenazada un año sí y otro también. Las personas sanas quieren mil y un cosas, los enfermos solo una...
He permanecido impasible hacia sus actitudes agresivas conmigo. Como si cada intento de darme un toque de atención, molestarme o incluso execrarme cayese en saco roto. Yo solo veía a una persona jodida que le ha costado horrores salir de su agujero, incluso cuando lo tenía todo para disfrutar de la vida con suma facilidad. De hecho, la última vez que me habló llegó a un punto conmigo hace años en el que le dio por contactarme diciendo que no me toleraba y que alguno de los estados que escribía (que no eran contra ella en absoluto, sino reflexiones personales que hacía solo o con los amigos de entonces; yo con ella no me juntaba en persona y todo era chat) la execraban. La invité a que hablara conmigo, que ella propusiera día, hora y lugar si eso la hacía sentir segura, y que iba a escucharla para lo que necesitara. Pero no se concretó nada. De esto hace ya unos 8 años.
Hoy vive en Valencia, pero sé bien que no me quiere ni ver ni saber nada de mí. Se vino recientemente a donde vivo para estar unos días con amig@s de la infancia. Entre esas personas hubo un conocido mío, y me comentó que el mero hecho de mencionar mi nombre le quitaba la sonrisa. "No quería saber nada de mí", simplemente.
Honestamente siento pena por ella. Lo tiene todo, y probablemente, como cualquiera, haya vivido una vida mucho mejor que la mía. No sé cómo explicarlo... está bien haber sido una persona de miserable condición en un momento muy cruel u horrible de tu vida. He sido testigo de ello y vamos a poner incluso que es posible que haya cosas que haya dicho que la hayan hecho ahondarse en esa miseria. Compremos esto y digamos que es cierto también. Acepto que me haya asociado con un recuerdo miserable de su vida: que yo sea una especie de reflejo de su debilidad y penuria pasada, y que quizás no le guste que alguien como yo (ella sabe que yo he padecido muchísimo más) haya estado en una posición de apoyar y escuchar, y por tanto en una posición de superioridad. Aunque yo no la subraye y le reste toda importancia a mi disposición o generosidad.
Son sentimientos encontrados. Prefiero que todo siga hasta ahora y no tenerla cerca, pero por otro lado produce cierta aflicción ver a alguien que conociste recogida en pedazos y que a día de hoy, pasado mucho tiempo y habiéndolo conseguido todo, ser la prueba viviente de que ese pasado en el fondo le sigue afectando mucho. Es como un recuerdo que no se va.
¿Habéis tenido en vuestra vida a una persona que os deteste, odie u os evite de una manera total y absoluta a la cual ayudásteis, echásteis una mano o escucha, y no quiera saber absolutamente nada de vosotros porque vuestra mera presencia o recuerdo le rememore sus penurias y miserias? ¿Pensáis que por un lado se comportan como personas de miserable condición, pero sabéis que no son así y por mucho comentario o actitud insidiosa que os hayan dedicado, no os ha afectado en absoluto porque entendéis que habéis acompañado en su dolor o sufrimiento y que esa actitud en contra vuestra es consecuente de traumas no superados y aún con todo queréis ver a esa persona feliz aunque no os tolere u o evite? ¿Os apena un poco que una persona así os vea del modo en que he escrito, en lugar de haber hecho las paces al 100% con su pasado y con cómo era antes, y que, de ser amigos, te sentirías honrado de tener a tu lado o de haber conocido? De tener una salud mental equilibrada y en su sitio, ¿se os hace imposible tener malos deseos a este tipo de personas que ha tenido este rol en vuestra vida y que como mucho las queráis lejos, pero felices?
Si farfulleo mucho es normal, me cuesta describir este tipo de cosas.
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