Qué lección te ha dado la vida

Te entiendo, aunque creo que, quizás, lo sigues mirando desde una perspectiva todavía dolida (lo cual sería lógico; de hecho, yo también lo hago).
Pero si hay algo que he aprendido de las amistades más intensas y profundas que he tenido, es que he querido a algunas de mis amigas como si fueran mis hermanas, pero no lo eran y nunca lo han sido.

Eso del amor incondicional no es santo de mi devoción. Pues soy de las que cree que la etiqueta, por mucho que venga de sangre, también hay que ganársela. Sin embargo, es más que lógico y biológico entender que, no hay amor más grande, puro, desinteresado e incondicional que el de un padre a un hijo. Ni un apoyo más potente que el de un hermano. Si nuestra familia no nos ha demostrado eso, estamos bastante perdidos y desamparados frente al mundo. Te será más difícil ver la diferencia entre ser tolerado, utilizado, bombardeado, abusado y querido. Porque no, la realidad es que las personas queremos bajo ciertas condiciones, valores, expectativas y contextos. No nos vale cualquier cosa, ni en cualquier situación, ni bajo cualquier circunstancia, sin importar el contexto.
El único amor incondicional (y es sano que sea así) es el de padres a hijos. Es correcto que la gente, si la tratas mal, pues no te quiera, por ejemplo. Que algo sea condicional no es lo mismo que que sea transaccional.

Sobre tu frase "Si nuestra familia no nos ha demostrado eso, estamos bastante perdidos y desamparados frente al mundo. Te será más difícil ver la diferencia entre ser tolerado, utilizado, bombardeado, abusado y querido." hay una frase que me parece muy cierta y muy dura "Cuando no te han servido el amor en cuchara de plata, aprendes a lamerlo de cuchillos". Es muy difícil saber qué es una relación sana, donde hay amor real, cuando lo que identificas como amor es en realidad abuso.
 
A mis 32 he sufrido la pérdida de amistades que nunca creí que fueran a acabar. Y sin motivo aparente. Recuerdo varias, pero una de las más graves, una amistad desde el colegio, de conocerte de toda la vida, de tener amistad hasta los veintipico, de vacaciones juntas… y una amistad muy sana, muy normal. Pues fue mudarme de ciudad, y la llama se apagó. Hasta el punto de no hablarnos más y a día de hoy no saber muy bien por qué. 🥲

A veces lo pienso y no doy crédito, pero sí me enseñó la lección de que las amistades nunca se pueden dar por sentado.
 
A mis 32 he sufrido la pérdida de amistades que nunca creí que fueran a acabar. Y sin motivo aparente. Recuerdo varias, pero una de las más graves, una amistad desde el colegio, de conocerte de toda la vida, de tener amistad hasta los veintipico, de vacaciones juntas… y una amistad muy sana, muy normal. Pues fue mudarme de ciudad, y la llama se apagó. Hasta el punto de no hablarnos más y a día de hoy no saber muy bien por qué. 🥲

A veces lo pienso y no doy crédito, pero sí me enseñó la lección de que las amistades nunca se pueden dar por sentado.
¿Te gustaría volver a retomar el contacto? A veces las relaciones mueren por malentendidos que en verdad se pudieron solucionar pero falló la comunicación de alguna forma... a lo mejor ya en este punto ni te interesa, pero si piensas en ella y crees que en verdad no paso nada, yo la contactaría.
 
Que alcanzar un sueño no te da la felicidad
Creo que tenemos un concepto de la felicidad muy distorsionado. En la sociedad actual se enfoca mucho hacia el triunfo. Por eso siempre se ve como: seré más feliz cuando consiga tal. Ya sea tal un trabajo, una pareja, una hipoteca, el euromillón…

Y según te vas haciendo mayor y vas consiguiendo cosas sientes ese chasco de pensar que esa felicidad prometida no ha llegado. O aunque sientas felicidad con el logro, no es ese manto de felicidad que te va a cambiar la vida y que te venden desde el inicio.

Yo cada vez veo más la felicidad como tranquilidad. Esos (pocos 🥲) momentos en los que nada te perturba, todo es estable, todo esta en calma… un trabajo fijo, con problemas asumibles, sin estrés…. Una relación estable, sin malos rollos. La salud estable es un pilar importantísimo… si pienso en los momentos que más feliz he sido y valoro el porqué, me salen cosas mucho más mundanas que lo que nos venden como felicidad. 😅
Esta escena de la película "Las verdes praderas" refleja muy bien lo que comentáis:
 
Últimamente la vida me ha enseñado que no puedo depositar mi felicidad o bienestar en otra persona... tengo que ser capaz de ser feliz conmigo misma y mis circunstancias, sin que eso dependa de otro/s. Por desgracia nacemos y morimos solos.
 
A mis 32 he sufrido la pérdida de amistades que nunca creí que fueran a acabar. Y sin motivo aparente. Recuerdo varias, pero una de las más graves, una amistad desde el colegio, de conocerte de toda la vida, de tener amistad hasta los veintipico, de vacaciones juntas… y una amistad muy sana, muy normal. Pues fue mudarme de ciudad, y la llama se apagó. Hasta el punto de no hablarnos más y a día de hoy no saber muy bien por qué. 🥲

A veces lo pienso y no doy crédito, pero sí me enseñó la lección de que las amistades nunca se pueden dar por sentado.
Es que no se puede dar por sentado. Cuando no se cuida ni alimenta el vínculo...se termina.
 
Últimamente la vida me ha enseñado que no puedo depositar mi felicidad o bienestar en otra persona... tengo que ser capaz de ser feliz conmigo misma y mis circunstancias, sin que eso dependa de otro/s. Por desgracia nacemos y morimos solos.
Ni en otra persona ni en nada que externo que no puedas controlar: trabajo, situación económica, etc.
 

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