Solía hacerlo más en soledad que en común (distanciados hasta hace seis meses y cuarentena de por medio) pero es que ya ni me apetece. Me centro en problemas del día a día (con problemas me refiero a cosas que hacer: casa, trabajo…) llego cansada y antepongo otras cosas, que centrarme en eso.
Yo viendo este mensaje creo que tu problema no es físico sino psicológico. Las personas que sufrimos ansiedad (o la hemos sufrido, y en tu caso es bastante reciente) siempre tendemos a caer otra vez en el pozo, y creo que eso es lo que te está pasando.
Por otra parte venía a decir que, al menos a mí me pasa, cuando menos s*x* tienes menos te apetece, es un círculo vicioso que hay que cortar

Descartando que la causa sea física, te diría que desde el punto de vista psicológico la conducta sexual también es un hábito que hay que trabajar, y cuando lo "dejamos" durante un tiempo puede costar volver a reengancharse (nos presionamos para hacerlo, le damos más vueltas de la cuenta y finalmente lo evitamos). Si crees que tu novio sigue gustándote, sería bueno que fueseis poco a poco introduciendo el tema de nuevo (caricias, mas***bación, etc) al ritmo al que vayas sintiéndote cómoda.