Si nos guiásemos por lo natural y la biología, deberíamos aceptar cualquier relación que se establezca entre un hombre de cualquier edad y cualquier niña a partir de los 11-12 años, que es cuando tenemos nuestra primera regla y empezamos a ser fértiles. Gracias al cielo, nuestra cultura está asentada sobre unas bases éticas bastante fuertes y nuestro pensamiento colectivo ha cambiado, al menos en esta parte del mundo.
Es decir, que lo natural y biológicamente lógico ya no tiene cabida en una sociedad como la nuestra porque tenemos en cuenta las diferencias socieconómicas y madurativas, y mucho menos en un mundo superpoblado.
Y estamos en un punto evolutivo a nivel social que podemos dejar la biología a un lado ya de una vez, que algunos os habéis quedado en la prehistoria. Ni todas necesitamos parir para salvaguardar la supervivencia de la especie ni vosotros tenéis que cazar mamuts para ser unos hombres de provecho (lo del hombre proveedor es algo que a día de hoy hace que me caiga al suelo de la risa).
