Al principio de saber quién era el asesino ya conté que la mujer de un conocido mío que trabajaba en uno de estos centros ha dejado el trabajo porque ya no puede más, no ha contado nada porque es muy discreta y siempre ha hablado con mucha delicadeza de cosas de su trabajo.
Y yo me acuerdo de cuando era peque en primero de EGB de hace muchísimos años. Era un colegio privado y por entonces las monjas podían disponer mucho más que ahora. De pronto nos entra en casa una niña nueva enorme, ya en la cara se le notaba que tenía algo raro, iba un poco atrasada en materia escolar y se la entendía mal. Pero lo más importante es que era enorme. Pues mi abuela va y me dice que tengo que cuidarla y echarle una mano porque hay personas que no la conocen y la agreden. Repito: la niña enorme, le sacaba a todas una cabeza y 20 kilos. Yo era la más jovencita d ela clase, me llevaba un año con alguna y muy delgadita. Las monjas la habían admitido en clase a mediado de curso porque le debían muchos favores a los padres que tenían varias zapaterías* y prácticamente les regalaban el calzado y llevaban muchas flores a la capilla, tenían tierras y les daban muchas cosas. Mi abuela los conocía de toda la vida por haber sido vecinos.
Ya a los dos o tres días quedó claro que la niña no era agredida, era ella la que agredía, a veces sin saber por qué. Y se escapaba de clase y cuando iban por ella amenazaba a la profesora, hasta la superiora le cogió miedo. Los padres protestaban y las monjas decían que lo que pasaba es que era cariñosa y las niñas no sabían entenderlo y así empezaban los malentendidos (no estoy de coña). Y a mí la más pequeñita me tocaba ir a por ella cuando se escapaba, separarla cuando atacaba a alguien, o explicarle cosas cuando no quería entrar en razón. A mí nunca me atacó, y además se dejaba convencer, se dejaba que yo la cogiera de la mano y la llevara a su banco que al final me tocó compartir. A los dos o tres meses de un día al otro desapareció. Hubo padres que amenazaron. A día de hoy estoy bien segura de que la niña era un par de años mayor que nosotras, que las monjas mintieron.
*en esas zapaterías vendían los zapatos del uniforme, generalmente nos daban una tarjetita en el cole que la entregábamos allía al comprarlos, nos hacía una pequeña rebaja, pienso que las monjas se ganaban unos dinerillos. Al curso siguiente se acabaron las tarjetitas.