Entiendo lo que dices.
Amigos míos de infancia, con carrera, han decidido volver al pueblo donde crecimos, sabiendo que la pobreza estaba al acecho.
Pero eran muy infelices en sus trabajos y allí al menos tienen su entorno emocional asegurado.
Y de hambre tampoco se mueren, algo encuentran siempre.
Yo no estoy mal. Claro que echo de menos a mis amigos de toda la vida, a mis hermanos, a mis padres, a mis primos...el sol, el jamón ibérico, el bacalao...
Pero lo enfoco pensando en varias cosas.
1. Trabajar son muchas horas de tu vida. Yo necesito pasármelo bien, también trabajando. Y me lo paso muy bien. Mis amigos que han vuelto sufren esa otra cara poco amable del mercado laboral español. Sin hablar de dinero ahora. El respeto y la valoración, hasta el mimo, diría yo hacia el trabajador. O todos han tenido mala suerte o nadie ha salido ganando en este sentido.
2. Yo soy incapaz de pensar que si con 1.000 € puedo vivir el mes que viene ya va todo bien. Es una cuestión de responsabilidad conmigo misma y con mis hijas.
Conmigo misma: todos sabemos el desarrollo de las pensiones públicas. Si me paso la vida trabajando ( gustándome o no) y aportando a un sistema de pensiones que se va a la deriva, no estoy dispuesta a tragar con la pobreza al jubilarme. Así que ahorrar e invertir por mi cuenta es una obligación inexcusable para mí. Ya lo conté. Si mis padres no lo hubieran hecho igual serían muy pobres, habiendo trabajado toda su vida.
Con mis hijas: tan ricamente podría vender todas las propiedades que tengo menos una, la que quiera usar paraa vivir yo, y gastármelo en gastos corrientes y no trabajar más. Pero si el mundo ya evoluciona como lo hace desde hace años, soy consciente de que ellas sufrirán una mayor presión de vivienda, más competencia laboral,...y me sentiría egoísta negándoselo, pudiendo aportarles un plus económico (que consigo pasándolo bien) que les rebaje esa presión.
3. Luego está el tema de valorarme a mí misma profesionalmente. Lo que comentaba antes.
Me ha pasado la vida estudiando. Sigo haciéndolo. Lo que no es ninguna desgracia, me encanta estudiar. Pero tengo cierta valía profesional que no voy y regalar para enriquecer al primero que pase. A cambio de mi implicación espero algunas cosas a cambio: mucho respeto, una buena remuneración, un clima de trabajo amable...Sino no disfrutaría trabajando.
Espero que se entienda mi postura
