- Registrado
- 28 Ene 2018
- Mensajes
- 19.364
- Calificaciones
- 118.789
Felicidades por romper el ciclo. Además creo que estás educando muy bien a tu hijo.Que gran hilo.
Yo por ejemplo he sido criada entre gritos POR TODO, sin muestras de afecto, sin gestión de emociones.. Cuando se caía algo sin querer era bronca, si hablabas mientras veía la televisión era bronca... Nada de q lo q yo hablara tenia importancia y mucho menos si eran sentimientos. Y no he oído un te quiero en la vida y si he oído alguno ha sido mas de mi padre. Luego una madre recién separada q se le fue la cabecita saliendo de fiesta y durante años delego mi cuidado a mi hermana y a mis abuelos. Recuerdo estar llorando porq no quería ir mas donde mis abuelos y me obligaba. No me han pegado de pequeña (si de adolescente) pero a veces las palabras duelen mas q los golpes. Nunca me llevaban o traían del cole, ni me llevaban a jugar, ni al cine (se ocupaba mi hermana). Por no decir q mi madre jamás fue a ninguna actividad/función del cole. En fin, en resumen, no me he sentido para nada cuidada ni querida.
Ahora , siendo madre, le digo todos los días a mi hijo q le quiero. Y cuando le pregunto si el me quiere a mi y me dice q no le digo "pues yo a ti si y mucho" ni si quiera de broma se me ocurre decirle "yo a ti tampoco".
Le besuqueo y le abrazo siempre q se deja.
Intento tener mis ratos para mi pero hay días q tiene "mamitis" y ves q aunq este en la habitación de al lado con el padre quiere estar conmigo y si veo q llora con sentimiento pues voy, porq aunq le dijera q es mi ratito el ahora no lo entiende, solo entiende q quiere estar con su madre. Y como no sabe decir "mama quiero estar contigo" dice: mama, conmigo.
No utilizo palabras feas con el, haga lo q haga ni me enfado si tira algo (si es sin querer) si es aposta si le pongo limites.
Voy a todas las actividades de la guarde. No he faltado a ninguna. Y las caritas o el comentario de mi jefe cuando le pido las horas o el día libre me las llevo, pero me da lo mismo. Es verdad q este año es como q hay mas actividades mas seguidas y ya le he dicho al padre q un día cada uno. Y tengo muy interiorizado esto. No pienso dejar q mi hijo tenga ese sentimiento de abandono q yo he tenido. Ese sentimiento lo tendrá q lidiar con otras personas, porq al final así es la visa y también tiene q aprender lo malo, pero no con su madre.
Aun siendo tan pequeño intento dialogar con el todo lo posible, aunq lógicamente muchas veces no sirve de nada, pero yo lo sigo haciendo para q vea q tengo en cuenta su opinión y q cuando vaya creciendo se sienta validado.
Todo esto me sale bastante solo, pero lo q tengo q trabajar cada día son los gritos, porq lo de gritar si q me sale. No siempre y no por todo pero si me noto q es lo q mas me cuesta y por ello he empezado terapia, para saber gestionar mis emociones.
Al final es un niño muy nervioso y en edad de buscar los limites (casi 3 años tiene) pero lógicamente no es su culpa q yo pierda la paciencia.
Nosotros intentamos tener una crianza respetuosa pero supongo q no siempre la conseguimos y habrá veces q nos equivocamos y ni nos damos cuenta, pero limites si tiene y bastantes además. Y también responsabilidades. Mucha gente mayor, como por ejemplo mi suegra, se escandaliza de q por ejemplo mi hijo ponga la lavadora de su ropa. Pues si, mi hijo tiene responsabilidades acordes a su edad porq tengo muy claro lo q quiero enseñarle. Mis padres por ejemplo, no conmigo pero si con mi hermano, ni tenia limites ni responsabilidades y no quiero ni contaros lo q es mi hermano ahora con 50 años...
Lo de los gritos en mi casa también era un poco así. Mi madre siempre ha sido una persona con muy poca paciencia y a la mínima siempre estaba gritando, no tenía calma ni para explicarte las cosas con voz pausada. Si te enseñaba algo y no lo sabías hacer a la primera, perdía la paciencia y tiraba la toalla o te echaba la bronca por no entenderlo. Por esto aprendí algunas habilidades motrices como cortar con el cuchillo, atarme los zapatos, etc., bastante tarde. Porque mi madre tiró la toalla en cuanto vio que no se me quedaba a la primera explicación y encima me hacía sentirme mal por ello.
De hecho una experiencia que me marcó y que me hizo ver que no tenía que ser como mi madre, fue una vez que perdí los estribos con mi sobrino y le grité por una tontería. Nunca se me olvidará la frase que me dijo: "Eres igual que la abuela, siempre gritando por todo". Ni la cara de decepción con la que me lo dijo.
Os juro que aquello me dejó tan planchada que ahí sí tomé verdaderamente consciencia de que debía trabajar mi paciencia y que los gritos no solucionaban nada. Que en ese aspecto debía aspirar a ser todo lo contrario que mi madre, que hasta mi sobrino ya la tenía identificada como una persona que siempre estaba gritando por todo.
Por estas cosas agradezco no haber tenido hijos joven, porque los pobres hubieran tenido que aguantarme en una versión muy tosca, impaciente, gritona, menos asertiva y demasiado parecida a mi madre.