En mi clase había una niña guapísima.
Todos los niños estaban enamorados de ella. Y todas las niñas queríamos ser como ella.
No se si sería por su belleza o su educación, que salió muy precoz:
- A los 12 años, mientras las demás amigas pensábamos en príncipes, ella ya se había morreado con varios
- A los 15 años, mientras las demás amigas empezábamos a dar los primeros picos, ella ya hablaba de relaciones sexuales
Luego cambió de colegio y le perdí la pista.
La reencontré un día en un bar a los 18-20 años.
Ella era otra persona: una mujer adulta, distante, parecía de vuelta de todo en la vida.
Contrastaba conmigo, aún con rasgos infantiles, dándole abrazos y pegando saltos entre grititos de emoción "iiihhh, tía, que iluuu!".
Estaba con dos chicos de unos 30 años, que me presentó como sus compañeros de piso.
Yo empecé de ligoteo con unos de ellos, y al final nos fuimos los 4 a su casa a tomar la última.
Mi amiga y el otro se fueron a dormir y mi ligue me propuso s*x*.
Yo le miré estupefacta diciendo que por supuesto que no, que no le conocía de nada.
Y me devolvió la mirada con la misma estupefacción diciendo: "¿entonces a que has venido?
Me abrió la puerta de la casa y me dijo adios (eran las 3am y no había transporte para volver a mi casa).
Me pareció extraño que mi amiga, tan joven, compartiera piso con dos hombres adultos. Pero quizá eran prejuicios mios.
Pero lo tener por compañero a alguien que es capaz de dejar en la calle a una chiquilla de 20 años por no querer tema, ufffff.
Total, que me la acabo de encontrar: resulta que es sexóloga.
(no lo digo en rollo inmoral, eh?? Me ha resutado curiosa la situación)