No tener nada que hacer todo tu horario laboral es una tortura, de hecho es una forma de mobbing bastante habitual, dejar al empleado sin tareas para que lo pase tan mal que decida irse voluntariamente.
A mí sólo me ha pasado una vez, el último año de universidad que trabajaba de conserje, estaba en una garita en un depósito de la EMT, íbamos a turnos y la semana que te tocaba mañana o tarde apenas había trabajo, la semana de noches ya sí. Las dos semanas de mañanas y tardes podía hacer mi trabajo de 8 horas en menos de 1 hora. Yo lo aproveché para estudiar y me venía muy bien, estaba feliz con ese puesto. Si algún día no tenía ganas de estudiar me ponía a leer. Lo bueno es que yo sabía que lo mío era un período de transición, en cuanto terminara la carrera trabajaría en otro sitio. Si hubiera sido mi trabajo para siempre se me habría hecho una montaña. Veía a mis compis más mayores, que llevaban muchos años trabajando así, sin ningún tipo de estímulo y horas y horas sin prácticamente hacer nada y con esos turnos siempre cambiantes y les veías bastante zombis.
Numantia, yo creo que trataría de formarme en ese tiempo, algo que te apetezca, algún idioma, alguna formación, de alguna manera necesitaría sentir que parte de ese tiempo lo aprovecho en hacer algo útil, entiendo que tantas horas debe ser agotador, supongo que te sentirás muy atrapada.