Bueno, lo de los hijos da para otra película. El tenía dos ya, por eso no quería más, no porque no quisiera "complicaciones".
Antes de dejarlo, mucho antes, me dijo que cedía y que tendríamos los nuestros también. Pero yo no quise porque no quería que "cediera", quería que lo deseara como había deseado los dos primeros. Como lo deseaba yo. Y claro, eso sí que no me lo podía dar.
Así que ni todo es tan fácil ni tan difícil.
Como somos un montón de gente en el mundo, aunque los moldes encajen el 90% de las veces, pues otras no encajan.
Yo en esa casa era una más, conocía a toda la familia y el a la mía. No era una relación furtiva ni nada parecido. Ni me tenía para cuidar de sus niños que afortunadamente no eran tan pequeños para necesitar cuidados constantes y se manejaba perfectamente.
Añadir, eso sí, que encima debo ser gilipollas, porque no estaba forrado ni mucho menos. Bastante lejos de estar forrado.
Así que bueno, tengo una tara y soy gilipollas, pero fui tan feliz que me da igual. Que me quiten lo vivido.
Y ya paro que no es mi tema.
