Gracias por tu comentario, pero creo que hay una diferencia importante entre tener celos patológicos y detectar incongruencias que luego se confirman. Yo no fui detrás de nada: una mentira se cruzó en mi camino por azar, y a partir de ahí hice lo que haría cualquier persona que no se autoengaña —o al menos lo intenta—: prestar atención.Esto no lo haces si realmente estas segura de tu relación, salvo que seas una celosa patológica.
Si este tipo de situaciones es algo que se repite en tu vida, yo me plantearía estar solita una buena temporada y trabajar en ti. Y desde luego descartaría por completo una relación a distancia: te pone las cosas más difíciles a ti y más fáciles a quien quien quiera engañarte.
Por suerte o por desgracia, soy una chica que siempre ha tenido muchos pretendientes, y a día de hoy cada semana hay algún chico que quiere conocerme. Rara vez me apetece.
Sé estar sola, créeme. He pasado muchos años sola, y cada vez que salgo de una relación, me responsabilizo de lo que siento y me hago mis buenas sesiones de terapia.
¿Que peco de ingenua y que me encantaría tener buena suerte con alguien de verdad? Por supuesto. Como cualquier mujer que no ha perdido la capacidad de ilusionarse.
Pero el único patrón que se repite —y no solo en relaciones serias, sino incluso en rollos— es el del típico hombre que empieza con entusiasmo , con aparente estabilidad emocional y conexión profunda… y que con el tiempo se desinfla, se contradice o directamente desaparece bajo su propio personaje.