Prima, te estamos aturdiendo con nuestras opiniones basadas en: vivencias propias, lo que individualmente podemos querer, lo que entendemos de tus mensajes y un mejunje de creiques y penseques. Todo y nada de lo que se dice aquí es posible. Es posible que haya sido un malentendido y entre tus inseguridades y nuestros mensajes, estés creando una película que ni Star Wars. Es posible que no te quiera, es posible que te quiera mucho. Es que no tenemos ni idea.
Para mí, la clave está en que tú cojas aire y ordenes tus prioridades. Que seas completamente sincera contigo, aunque te duela, y sobre todo al margen de cualquier presión exterior, y pienses cómo te sientes y si él aporta o pesa. Lo que él esté pensando y quiera no es relevante aquí ahora, eres tú. Y tú tienes entre manos cosas que planear (como ahorrar y arreglarte la dentadura) y partes que sanar (tu autoestima). No necesitas meterte en más jardines.
Mientras tanto tienes dos opciones en la relación: o dejarlo, que es una posibilidad que ya tienes en la mente; o cruzar los puentes cuando lleguen y dejarte llevar un poco y que él sea un acompañante (no el prota).
Muchas de las paranoias que tienes ahora en la cabeza vienen de aquí. Tu rayada principal era que él no quería que os fuerais a vivir juntos cuando tú ya te habías hecho los planes, pero casi te hacía más ilusión ser una persona que tiene una pareja con la que convive y ahorrarte (a priori) un dinero que la convivencia en sí. Por lo tanto, la convivencia, en sí, no es un paso que tenga mucho sentido en este momento. El resto de dudas que tienes en la cabeza las vas a poder resolver siendo brutalmente honesta contigo primero y hablando con él después lo que tengas que hablar.