Es que la promiscuidad como concepto real (no como concepto que estamos entendiendo últimamente) es algo negativo, no porque estemos "usadas" y perdamos valor como persona (me parece una absurdez esto), sino porque denota una falta de responsabilidad para con nuestra salud sexual. Creo que está habiendo desbarajustes en cómo se entiende el s*x* en la sociedad, y por la falta de información y encontrarnos en una época dónde la desinformación y ciertos dogmas estan volviendo a resurgir, nuestros jóvenes están empezando a relacionar el s*x* con algo sucio y una moneda de cambio, algo que "regalar" a una persona y no como algo que está ahí para establecer conexiones y disfrutar de nuestros cuerpos. Básicamente, estamos volviendo a la época de nuestros abuelos. También se están asociando conductas sexuales con ideales políticos y esto me parece peligrosísimo.
Tanto la promiscuidad (real) como esa posición conservadora de utilizar el s*x* como un regalo para un hombre como si no fuese parte de nosotras, denota una mala relación con el s*x*. Conclusión: necesitamos educación sexual.
Necesitamos educación.
Punto
Porque el término promiscuo sigue teniendo connotación negativa y despectiva solo si es referido a mujeres
No con los hombres.
Que un hombre tenga muchas y variadas parejas sexual no altera socialmente su percepción como adulto válido.
Bien al contrario , es un machote , es un triunfador, se lo rifan las mujeres, etc...es la constante renovación del mito literario del Don Juan, del Casanova.
Incluso quien no apruebe ese tipo de conducta tampoco hace demasiado daño a la reputación personal de un hombre en que se le califique como promiscuo.
Una mujer con muchas y variadas parejas sexuales ya poco menos que se la califica como una escoria social. Y eso sería lo más suave.
Pero no es cuestión de "educación sexual"
Es cuestión de educación.
De educación en Biología.
Porque es una cuestión biológica.
No es que las mujeres no puedan o no deban ser promiscuas.
Es que los efectos de una conducta promiscua tiene radicalmente efectos distintos y diferentes en hombres y mujeres.
Para empezar está el detalle biológico de que en las relaciones sexuales las mujeres tienen la posibilidad de quedar embarazadas y los hombres no nunca jamás.
Para los hombres, relación sexual no implica necesariamente apego a la pareja sexual. La promiscuidad masculina no tiene mayor componente que lograr esa momentamea satisfacción sexual. Y a los diez minutos ni acordase ni volverse acordar del nombre ni la cara de esa pareja sexual. Y no le supone conflicto alguno.
Sin embargo, en las mujeres sí hay e interviene componente hormonal de apego en las relaciones sexuales.
Entonces habría que ser educativo en cuestiones básicas de biología.
Los sistemas hormonales de hombre y mujeres que intervienen en relaciones sexuales son distintos y radicalmente diferentes.
Que los chicos sepan que su natural desapego después de las relaciones sexuales no es ninguna superioridad sobre los sentimientos femeninos.
Y que las chicas sepan que sentir apego por una pareja sexual conscientemente ocasional no es nada que se parezca al amor. Es una reacción hormonal de la biología femenina de apego.
El cuerpo de las mujeres está biológicamente construido para la maternidad. Y su sistema hormonal siempre preparado y en alerta para esa posibilidad.
Y uno de los sistemas hormonales de las mujeres es, resumiendo y en lenguaje coloquial , el poder y la capacidad de acordarse de todas las relaciones sexuales que haya podido tener por si se da esa posibilidad de embarazo.
Un hombre no tiene esa alerta hormonal y puede vivir perfectamente tranquilo teniendo todas las relaciones sexuales posibles y con diferentes parejas ya sea a lo largo de un día, una semana y toda la vida sin ni siquiera acordarse de cara y el nombre de nadie porque no está en su genética masculina ese sistema hormonal.
Para un hombre supone un esfuerzo adicional ese propósito de apego en las relaciones sexual es.
Para una mujer supone un esfuerzo ese propósito de desapego en las relaciones sexuales.
Es la biología, baby.
Que luego todo se disfraza de cobertura socio filosófica religiosa moral y mil historias peregrinas más , solo para obviar y encubrir y seguir considerando y calificando como tabú cualquier cosa de la biología humana.