Cómo una persona pasa una enfermedad no lo vas a saber hasta qué le toca pasarlo. Igual que hasta que no te tomas un medicamento o te vacunas, no vas a saber cómo reaccionarás.
Hace dos años, un mes antes del confinamiento me resfrié, me cogió tan fuerte que estuve un mes fatal y no recordaba un resfriado así, mi madre me compró jalea real para ver si los síntomas iban bajando. Y no soy una persona que se resfrié cada invierno, igual que hace años que no cojo la gripe, como saludablemente y hago deporte regularmente.
Igual que una amiga mía una vez se tomó un enantyum y como efecto secundario se desmayó, y es un medicamento que ya había tomado antes.
Con esto quiero decir que estás cosas se saben una vez lo tienes, no tenemos una bola de cristal para saber cómo vamos a pasar una enfermedad, un medicamento o una vacuna. Ojalá pudiéramos saberlo, pero eso no ocurrirá nunca.
Cada persona es un mundo y cada persona es diferente a lo largo de la vida, con lo que una enfermedad te puede dar diferentes síntomas en momentos distintos y pasarlo peor la segunda vez que lo coges, igual que un medicamento o una vacuna.