Cada cabeza y cada experiencia es un mundo y me alegra mucho que procesaras de forma sana tu experiencia de vida, para no repetir patrones y caer en lo mismo que viste en casa. Desgraciadamente no todos tienen esa fortaleza tan necesaria que les haga darse cuenta de la trampa en la que están cayendo. Y si tienen problemas de apego, es peor todavía.
La relación con el narcisista empieza como algo ideal y es por eso que tanta gente cae. El narciso vende la idea de que eres el amor de su vida, que no han sentido nada igual con nadie, que eres perfección andando y quién sabe cuántas necedades más. Si nunca has vivido algo así y además tienes autoestima baja, es fácil dejarse llevar por el supuesto amor que te están demostrando. Venden su cuento de hadas tan bien, que la víctima no se entera de que está siendo atrapada en una tela de araña de la que será muy difícil escapar. Porque después de eso, vendrán las microagresiones que no se sentirán como tal, hasta mucho después. Formas de invalidar a la víctima de manera muy sutil, pero que van minando aún más el autoestima, poco a poco, gota a gota y que al final, harán dudar a la víctima hasta de sí misma. Y todo eso irá escalando hacia la triangulación, el ghosting, el maltrato evidente y por último, el descarte, que no siempre será tal, porque el narcisista regresa, siempre regresa, si no se le pone un alto con el contacto cero. Y si la víctima sigue enganchada a él, a querer revivir lo que se dio al principio, ahí va a seguir, aguantando humillaciones porque "Él no es así siempre. A veces se porta bien, pero soy yo la que lo provoca, la que hace algo que le molesta". Esa gente es perversa y son expertos manipuladores. Es una intoxicación sistemática del cerebro de la víctima.
Desgraciadamente hay quienes tienen tantas carencias afectivas, que aún esto, lo que da el narcisista, les compensa de cierta manera, hasta que abren los ojos y se dan cuenta que no es normal lo que están viviendo. Pero sí, es bien difícil entender cómo aguantan tanto.