Primas en el Planeta de los Simios, o de cómo los hombres hacen lo que haga falta para defender su frágil masculinidad.

Yo esto lo puedo entender por lo que vivo en mi trabajo, en todos sitios hay todo tipo de gente pero algunas zonas dan más respeto y en mi departamento nos advertimos de donde es mejor ir lo justo porque puedes tener problemas, seas hombre o mujer, porque de hecho han pasado alguna vez cosas.
De hecho los repartidores la mayoría no reparten por barrios marginales y los taxistas no se meten adentro dejan a la gente en los límites
 
Yo tengo multitud de este tipo de experiencias, pero quiero destacar una anécdota que mi compañero de trabajo:

Yo soy una chica bastante curiosa y me gusta nutrirme de información. Me llaman la atención diversos temas y me gusta debatir, además de que soy ávida lectora y soy graduada en literatura. El caso es que este chico, llamémoslo Johnny Bravo (un punto si sabéis quién es), se creía el más listo en todos los temas de los que se hablaban. Daba igual si quedaba en ridículo, él trataba de remediarlo diciendo algo que lo hacía ver aún más tonto, aunque en su mente no era así.
Un día, hablando sobre la obra de Tolkien con otra compañera que me escuchaba con entusiasmo, le argumentaba sobre el personaje de Galadriel y su tradición literaria en obras medievales. Él se entromete y me dice: pero tú te has leído los libros? Y yo le respondo: síi. Entonces él me contesta diciendo que juraba que no iba así y yo le pregunté el porqué. El respondió diciendo que se había leído artículos en referencia a esto y no se opina de la misma forma. Entonces le reitero que qué argumentos se utilizan para no establecer lazos entre la literatura medieval y la obra de Tolkien y me dice: pfff, ese tema es complejo y he investigado mucho, pero no recuerdo. Eso sí, ya te digo que eso no va así.
Mi compañera y yo nos quedamos viendo y justamente después, cuando volvíamos las dos, me dijo que este chico le enviaba mensajes para intentar ligarla, pero que le parecía un zoquete y que hoy le daba a ella más argumentos para seguirlo pensando jajajajaja.
Tengo más experiencias con este compañero de curro.
 
Yo tengo multitud de este tipo de experiencias, pero quiero destacar una anécdota que mi compañero de trabajo:

Yo soy una chica bastante curiosa y me gusta nutrirme de información. Me llaman la atención diversos temas y me gusta debatir, además de que soy ávida lectora y soy graduada en literatura. El caso es que este chico, llamémoslo Johnny Bravo (un punto si sabéis quién es), se creía el más listo en todos los temas de los que se hablaban. Daba igual si quedaba en ridículo, él trataba de remediarlo diciendo algo que lo hacía ver aún más tonto, aunque en su mente no era así.
Un día, hablando sobre la obra de Tolkien con otra compañera que me escuchaba con entusiasmo, le argumentaba sobre el personaje de Galadriel y su tradición literaria en obras medievales. Él se entromete y me dice: pero tú te has leído los libros? Y yo le respondo: síi. Entonces él me contesta diciendo que juraba que no iba así y yo le pregunté el porqué. El respondió diciendo que se había leído artículos en referencia a esto y no se opina de la misma forma. Entonces le reitero que qué argumentos se utilizan para no establecer lazos entre la literatura medieval y la obra de Tolkien y me dice: pfff, ese tema es complejo y he investigado mucho, pero no recuerdo. Eso sí, ya te digo que eso no va así.
Mi compañera y yo nos quedamos viendo y justamente después, cuando volvíamos las dos, me dijo que este chico le enviaba mensajes para intentar ligarla, pero que le parecía un zoquete y que hoy le daba a ella más argumentos para seguirlo pensando jajajajaja.
Tengo más experiencias con este compañero de curro.
Uf, es que los q van de listos sin tener ni idea y te sueltan cualquier cosa para intentar quedar por encima, pq claro, como va a saber más una mujer...
En relación a esto, recuerdo una historia de una amiga que ella estaba en una charla sobre temas feministas ya q ella está involucrada en esta lucha, pues había un tío q no hacía más q cuestionarla (además somos jóvenes, así q un plus para q te pongan en duda) pues q si esa info no es correcta, q eso no funciona así blabla, lo típico, pues le preguntó q ella q iba a saber de esos temas, como menospreciandola.
Mi amiga, psicóloga y con un máster en temas de violencia de género ( no recuerdo el nombre exacto) y q casualmente trabaja con mujeres víctimas de trata. Le daba mil vueltas al tío obviamente.
 
Anécdota sobre el tema que leí no recuerdo dónde (igual no ocurrió pero como dicen los italianos "se non è vero, è ben trovato"):

La protagonista de la historia está trabajando en las oficinas de un taller y llega un comercial:

-Hola guapa, ¿avisas al encargado de repuestos de que quiero hablar con él?

-Estás de suerte bonito, la encargada soy yo, dime

-...Ah no, verás, es que yo quiero hablar con tu jefe, el que manda en la sección.

-Genial, yo soy la jefa de la sección, cuéntame

-Vale, vale, pero a ver, seguro que hay alguien que manda más que tú, seguro que tienes un jefe por encima

-Ah, sí claro, te refieres al jefe-jefe

-¡Sí, ese!, con ese quiero hablar

-Pues no va a poder ser, porque me tiene prohibidísimo que le moleste por cualquier mindundi que venga a preguntando por él

-¡¿Perdona?!

-No, no te perdono.
 
Tuve una compañera de universidad que compartía piso con otro chico de la misma clase.

Un día tomando café me contó bastante agobiada una cosa que le pasaba con él. Me dijo que a veces le desaparecían bragas del montón de la ropa sucia en la terraza.

Lo habló con su compañero de piso y dijo que no sabía nada, pero el caso es que dejaron de desaparecer bragas después de esa conversación.

Pero entonces fue a peor. En sus bragas sucias comenzaron a aparecer restos de una sustancia blanca que no era más que se men, por supuesto. El simio se pajeaba con sus bragas y las volvía a dejar en el montón para lavar.

Mi compañera, cargada de paciencia, lo habló con el simio. Esta vez sí le reconoció que era cosa suya, pero que no podía evitar hacerlo y que además a ella qué más le daba, si eran bragas para lavar. Se lo dijo con esa naturalidad con que el simio cuenta las cosas normales de ser hombre.

En cuanto pudo cambió de piso.
 
Tuve una compañera de universidad que compartía piso con otro chico de la misma clase.

Un día tomando café me contó bastante agobiada una cosa que le pasaba con él. Me dijo que a veces le desaparecían bragas del montón de la ropa sucia en la terraza.

Lo habló con su compañero de piso y dijo que no sabía nada, pero el caso es que dejaron de desaparecer bragas después de esa conversación.

Pero entonces fue a peor. En sus bragas sucias comenzaron a aparecer restos de una sustancia blanca que no era más que se men, por supuesto. El simio se pajeaba con sus bragas y las volvía a dejar en el montón para lavar.

Mi compañera, cargada de paciencia, lo habló con el simio. Esta vez sí le reconoció que era cosa suya, pero que no podía evitar hacerlo y que además a ella qué más le daba, si eran bragas para lavar. Se lo dijo con esa naturalidad con que el simio cuenta las cosas normales de ser hombre.

En cuanto pudo cambió de piso.
Pero...., se puede ser más cerdo?
 
Tuve una compañera de universidad que compartía piso con otro chico de la misma clase.

Un día tomando café me contó bastante agobiada una cosa que le pasaba con él. Me dijo que a veces le desaparecían bragas del montón de la ropa sucia en la terraza.

Lo habló con su compañero de piso y dijo que no sabía nada, pero el caso es que dejaron de desaparecer bragas después de esa conversación.

Pero entonces fue a peor. En sus bragas sucias comenzaron a aparecer restos de una sustancia blanca que no era más que se men, por supuesto. El simio se pajeaba con sus bragas y las volvía a dejar en el montón para lavar.

Mi compañera, cargada de paciencia, lo habló con el simio. Esta vez sí le reconoció que era cosa suya, pero que no podía evitar hacerlo y que además a ella qué más le daba, si eran bragas para lavar. Se lo dijo con esa naturalidad con que el simio cuenta las cosas normales de ser hombre.

En cuanto pudo cambió de piso.
creo que esto no tiene q ver con su masculinidad fragil sino con que es un salido sin mas jajajja flipo mucho , yo le hago comerse las bragas
 
creo que esto no tiene q ver con su masculinidad fragil sino con que es un salido sin mas jajajja flipo mucho , yo le hago comerse las bragas


Esta anécdota es más del Planeta de los Simios que del Planeta de las Frágiles Masculinidades, sí. De todas formas, un hombre seguro de sí mismo, si lo pillas haciendo tal cerdada, lo mínimo es que te pida disculpas y deje de hacerlo, no que se justifique y pretenda venderlo como algo normal y sanote, propio de auténticos machos.
 
Esta anécdota es más del Planeta de los Simios que del Planeta de las Frágiles Masculinidades, sí. De todas formas, un hombre seguro de sí mismo, si lo pillas haciendo tal cerdada, lo mínimo es que te pida disculpas y deje de hacerlo, no que se justifique y pretenda venderlo como algo normal y sanote, propio de auténticos machos.
siiii lo suyo es pedir perdón, o al menos, q se averguence de esa guarrada, tiene una actitud un poco de psicopata jajajaj
 
En un piso de alquiler en el que estuve, se mudó a mi misma planta un chaval joven que tenía un perrito. Uno de esos chavales jóvenes que su vida es el gimnasio y salir de fiesta.

Cada vez que se iba de fiesta y dejaba al perrillo solo en casa, lloraba y ladraba TODA la noche. Hasta las siete de la mañana que volvía su dueño.

Lo hablé con él y por supuesto la respuesta fue sus co jo nes, que yo era la vecina toca pelotas, que yo era una histérica. Que estaba loca. Las clásicas respuestas simiescas.

Por entonces yo también tenía perro, una perra tranquila y silenciosa que no ladraba más que cuando es bueno que un perro ladre, para defenderme a mí o a la casa. Le di algunos consejos para que educara a su perro, pero por supuesto, se rió en mi cara.

Mi relación con él, por lo tanto, era mala. Hasta el punto que una vez tuve que llamar a la policía porque vino a mi puerta pegando patadas, amenazándome y gritándome. Simplemente porque grabé una noche de ladridos de su perra y por la mañana, cuando él quería dormir, puse la grabación a todo trapo para que conociera el problema de primera mano.

Pero lo interesante del asunto es que los vecinos me culpaban de todo a mí, y a mi perra. Me miraban mal al cruzarnos, y miraban a mi perra como a un asesino. Una vez un vecino, envalentonado, me paró en la calle para reñirme por las malas noches que daba mi perra. Le expliqué tranquilamente que el perro molesto era el del vecino, y que yo también sufría por sus noches de juerga. Yo más que nadie, que lo tenía al lado.

El vecino, tan lleno de coraje y ardor guerrero conmigo, cuando supo que el problema era con el chaval, solo dijo "Ah, bueno", y se dio la vuelta y se fue. Alguna vez les sugerí que me ayudaran, que no era solo problema mío, y entre todos podíamos hacer más presión. Pero nadie le llamó la atención al chaval, solo yo. Era mucho más fácil enfrentarse a mí, que soy una mujer, que enfrentarse a un chaval violento y chuleras.

En cuanto pude me fui. Allí se quedaron, disfrutando de sus noches de bohemia. En el Planeta de los Simios, ser un simio es una gran ventaja.
 

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